20 maravillosas frases del gran Jorge Ibargüengoitia

Algunos fragmentos de la hilarante y denunciante obra de Jorge Ibargüengoitia.

 

Jorge Ibargüengoitia Antillón nació el 22 de enero de 1928 en Guanajuato. Tras enviudar su madre, el pequeño Jorge creció rodeado de mujeres. Todas sus tías querían que se convirtiera en ingeniero, razón por la cual se inscribió a la Facultad de Ingeniería de la UNAM.  Sin embargo, su pasión por las letras lo llevó a renunciar este camino.

“Crecí entre mujeres que me adoraban. Quería que fuera ingeniero. Ellas habían tenido dinero, lo habían perdido y esperaban que yo lo recuperara. Faltándome dos años para terminar la carrera, decidí abandonarla para dedicarme a escribir. Las mujeres que había en la casa pasaron 15 años lamentando esta decisión. Más tarde se acostumbraron”.

Estudió Filosofía y Letras, y cuando se tituló comenzó a dar clases. En 1962 publicó su plausible obra El atentado, la cual le valió el Premio Casa de las Américas. Los relámpagos de agosto (1964) fue su primera novela, una llena de sátira y denuncia política. De igual manera, escribió varios cuentos. Destaca La ley de Herodes (1967), una antología de relatos basados en experiencias personales.

Ibargüengoitia aprovechaba su excelente e hilarante prosa como herramienta para criticar y poner en evidencia a sus interesantísimos personajes. Muchos de estos eran alusiones al poder político de México.

En 1983 tomó un avión a Bogotá, con motivo de un encuentro de escritores. Lamentablemente, éste se estrelló cerca del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Hoy en día, sus restos yacen en el Parque Antillón en Guanajuato, junto con una placa que dice “Aquí descansa Jorge Ibargüengoitia, en el parque de su bisabuelo, que luchó contra los franceses”. A 90 años de su natalicio, aquí un conjunto de sus mejores frases:

 

“La verdad es que mientras más enojado estoy con este país y más lejos viajo, más mexicano me siento”.

“¡Oh, dulce concupiscencia de la carne! Refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, alivio de los enfermos mentales, diversión de los pobres, esparcimientos de los intelectuales, lujo de los ancianos”.

“El taco sudado es el Volkswagen de los tacos: práctico, bueno y económico”.

“Lo triste o lo alegre de una historia no depende de los hechos ocurridos, sino de la actitud que tenga el que los está registrando”.

“¿No opina usted que el uso de los guardaespaldas es indicio de que hay algo podrido en el gobierno?”

jorge ibarguengoitia

“Me quedé enganchado con la cerveza. Ahora comprendo que fue uno de los momentos culminantes de mi vida”.

“Por supuesto que la paz es el respeto al derecho ajeno, en eso todos estamos de acuerdo. En lo que nadie está de acuerdo es en cuál es el derecho ajeno”.

“¿Qué toma usted?” “No bebo, me contestó”. “Y deveras no bebía. Ese era uno de sus peores defectos”.

“Para él el trato humano es comunicación de cerebro a cerebro, esto quiere decir, entre hombres, porque ¿quién va a saber lo que tienen en la cabeza las mujeres?”

“Una muchacha decente tiene que ver inmoralidades en el cine, porque hay cosas que es indispensable saber”.

jorge ibarguengoitia

“Artistas: se mueren de hambre, no se cortan las uñas y se comunican entre sí diciéndose rimas de Becquer”.

“Los que se levantan temprano a fuerzas constituyen un grupo social de descontentos, en donde se gestarían revoluciones si sus miembros no tuvieran la tendencia a quedarse dormidos con cualquier pretexto y en cualquier postura”.

“Lo triste o lo alegre de una historia no depende de los hechos ocurridos, sino de la actitud que tenga el que los está registrando”.

“Cada año que pasa tengo más libros que quisiera escribir y cada año escribo más lentamente”.

“El arte de amar se reduce a decir exactamente lo que el grado de embriaguez del momento requiera”.

jorge ibarguengoitia

“La única regla general es que los pueblos conquistados son pueblos divididos, absortos en rivalidades internas e incapaces de presentar un frente común”.

“Es tan grotesco, que me produce ternura”.

“Si vivo 80 años, cuando muere dejaré un montoncito de libros y me llevaré a la tumba una vastísima biblioteca imaginaria”.

“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”.

“Si son ingeniosos mis artículos es porque tengo ingenio, si son arbitrarios es porque soy arbitrario, y si son humorísticos es porque así veo las cosas, que esto no es virtud, ni defecto, sino peculiaridad.”

jorge ibarguengoitia