“Las ciudades son de papel, pero sus recuerdos no”
El 6 de octubre de 1946 apareció un nuevo estadio en el horizonte atiborrado de la CDMX. Según los cronistas de esta urbe, este recinto fue el primero de su tipo, entre otras cosas porque estaba hecho absolutamente de concreto, una técnica muy novedosa para la época, y porque en él cabían más 30 mil personas. Este maravilloso espacio estaba ubicado en la colonia Noche Buena, ahí en el corazón de la Delegación Benito Juárez, exactamente al lado de la Plaza México.
Aunque ahora lo conocemos como Azul, originalmente se llamó Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes. Sus primeros dueños lo construyeron para fomentar la práctica profesional del fútbol americano en nuestro país. De hecho, se inauguró con un reñido partido entre los Pumas y los Aguiluchos del Colegio Militar.
Durante muchos años, este estadio fue muy importante para los capitalinos. Fue el escenario de muchas películas filmadas en los años 40 y 50. Fue la casa de los deportistas del Politécnico Nacional y fue también el lugar escogido por la NFL para que se realizara el primer partido profesional fuera de Estados Unidos, en 1978.
Por otro lado, el primer partido de Soccer que se jugó ahí, se realizó en 1947. Después, con el transcurso del tiempo este monumental recinto se convirtió en la casa del América, del Necaxa y del Atalante. Además, de 1947 a 1955, el Estadio de la Ciudad de los Deportes fue usado por la Selección Mexicana para enfrentar sus encuentros internacionales. Se disputaron tantos duelos ahí, que el estadio fue un sitio glorioso para algunos. Un lugar en el que miles de entusiastas del balón y la red gritaron al mismo tiempo, mientras una cerveza hirviente deambulaba en su cuerpo.
Sin embargo, apesar de haberse construido mucho antes, la historia definitiva de este recinto deportivo empezó a escribirse propiamente el 10 de agosto de 1996, luego de que el Cruz Azul abandonara el Azteca y rentara este estadio para enfrentar ahí a sus rivales. De acuerdo a algunos jugadores de la “máquina” desde el primer partido se encariñaron con el Azul, quizá porque en un inicio les trajo muchas victorias.
Desafortunadamente, a pesar de cambiar de topónimo de tanto en tanto y de albergar al equipo ase los cementerios durante varias décadas, en unas semanas derribarán para siempre el emblemático Estadio Azul. Aunque todavía no se precisa que se construirá en el predio una vez que eliminen del mapa esta cancha, podemos suponer que se edificará ahí un nuevo Centro Comercial o un conjunto de residencias.
Lo que es cierto es que antes de que termine la primavera este campo será sólo un recuerdo. No obstante, de alguna manera para los habitantes de la urbe con la edad de recordar, este espacio será por siempre el sitio donde miles pudieron disfrutar de la vida 90 minutos.
Dicho todo lo anterior, y para escapar del olvido hemos juntado una asombrosa colección de imágenes de todo los fue y lo que ha sido el Estadio Azul.
¿Nos acompañan a verlo una última vez?