Antonio Busqueta es un fotógrafo mexicano que captura los momentos más fascinantes de las tormentas eléctricas.
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En el pasado, distintas civilizaciones consideraban los relámpagos como señales de furia por parte de sus dioses o incluso, como su representación física. Actualmente, se sabe que estos vibrantes resplandores son producidos en las nubes por descargas eléctricas. Sin embargo, nos sigue impresionando su forma, sonido y color. Son raíces efímeras que aparecen sin aviso en el cielo. Y aunque intimidantes, y en ocasiones peligrosos, son verdaderamente hermosos.
Para el fotógrafo mexicano Antonio Busqueta, este producto de la naturaleza evoca las Figuras de Lichtenberg, aquellas que aparecen como pinceladas de la creación de la vida. Son ramificaciones que observamos en diferentes momentos de la vida. Algunas veces se hacen presentes en las raíces de los árboles y otras en las venas de nuestro cuerpo, para recordarnos el sentido alegórico que poseen.
Bajo esta premisa, Busqueta decidió comenzar un proyecto sinigual en 2014 en la Ciudad de México. “Caza Relámpagos” es un recorrido fotográfico que nos acerca a este maravilloso fenómeno natural, justo en el instante donde llueve intensamente, hay ráfagas de viento y la noche se transforma en día solo por un segundo.
Gracias a sus plausibles imágenes, Antonio Busqueta se constituye como uno de los mejores fotógrafos de relámpagos en el mundo. Y es que su firma visual es distinta a cualquier otra, pues busca salir de lo convencional y olvidar las fotos desde campos abiertos o azoteas.
Es pionero en este estilo, ya que explora sitios icónicos de una capital y los revela como testigos de los relámpagos más apabullantes de una tormenta.
Lo cierto es que el proyecto se traduce como una tarea laboriosa y de alto riesgo. Para poder fotografiar un rayo, hay que anticiparse a la tormenta eléctrica y trasladarse antes de que caigan. La paciencia es la mayor virtud de este tipo de artistas, pues hay que estar muy alertas, preparados y protegidos.
“La experiencia más intensa hasta ahora fue en Ciudad Universitaria. Estaba expuesto y vulnerable, en un área abierta y entre dos árboles para poder encuadrar mi foto. Cayeron muchos relámpagos, algunos de ellos positivos, que son más peligrosos. La cantidad de energía que liberan es capaz de calentar el aire a su alrededor hasta 30,000° C aprox; ese cambio tan brusco de temperatura es lo que provoca ese impresionante estruendo que todos conocemos como trueno”.
Busqueta cuenta que la intuición y la locura han sido clave para el proyecto de Caza Relámpagos. Y que la colección invita al público a reflexionar sobre su magnitud y energía, su cercanía con nosotros y el poder que tienen para asustarnos.
Imágenes: Antonio Busqueta.