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¿Quiénes fueron los primeros mexicanos en ganar un premio Oscar?

Algunos mexicanos que pusieron en alto el nombre del país …

 

No es raro escuchar que los cineastas mexicanos son reconocidos en el mundo. Año con año nos enteramos que distintos festivales internacionales han premiado a: directores, fotógrafos o guionistas nacidos aquí. Esta maravillosa colección de estatuas y diplomas que constantemente reciben  los artistas nacidos aquí, han convertido al séptimo arte nacional en uno de las más interesantes del planeta.

Pero además de ganar preseas en Europa, el talento de México ha conquistado a Hollywood. Prueba de ello son los Óscares que han recibido nuestros compatriotas en los últimos tiempos. Para hacer un breve recuento podríamos decir que: en 2013  Alfonso Cuarón se llevó uno por mejor director gracias a su película  GravityLuego, los siguientes dos años el genial Alejandro González Iñarritú se impuso en la misma categoría y también en la de mejor película. Y por supuesto no hay que olvidar a Emmanuel Lubezki; el maravilloso fotógrafo que se convirtió en el primero en ganar tres óscares de manera consecutiva.

Por si lo anterior fuera poco, en 2018, rumbo a la 90 edición de los Premios de la Academia Guillermo del Toro se perfila como uno de los favoritos. Su película The shape of water ha sido reconocido con 13 nominaciones, entre las que destacan Mejor director, Mejor película y Mejor actriz. 

Aunque para muchos esta historia de éxito en el extranjero tiene poco tiempo, en realidad se remonta a inicios del siglo XX y para hacer un poco de memoria vale la pena hacer un recuento de quiénes fueron los primeros paisanos que se coronaron con la prestigiosa estatuilla dorada. 

 

Emile Kuri

Diseño de arte…

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Un hijo de libaneses que aunque nació en Cuernavaca se nacionalizó estadounidense. En 1949 este artista  ganó su primer Oscar en diseño de arte, por su trabajo en La heredera (1949). Cinco años después volvió a ganar en el mismo rubro, por la aclamada 20.000 leguas de viaje submarino (1954), el cual recibió con un modesto “gracias”. Además, a lo largo de su carrera, recibió otras seis nominaciones.

 

Anthony Quinn

Desde la revolución a los Óscares…

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Nació en Chihuahua en 1915 en vísperas de la Revolución Mexicana. Su padre luchó  para el bando de Pancho Villa, y fue en plena batalla donde conoció a su madre, quien era soldadora. Tras su nacimiento, la familia se trasladó a Estados Unidos y fue ahí donde en la adolescencia tomó cursos de actuación. 

En 1952 la gloria le llegó con la película de ¡Viva Zapata! donde hizo  papel de Eufemio Zapata, hermano de Emiliano. Su interpretación fue tan profunda que gracias a ella ganó su primer Oscar a Mejor actor de reparto. El segundo llegó en 1956, con Sed de Vivir. 

 

Manuel Arango y Robert Amram

Haciendo historia…


En 1971 pasó algo que nunca se ha vuelto a repetir: un corto ganó en dos categorías: Mejor cortometraje y Mejor documental. Esta obra fue  dirigida por Manuel Arango y producida por Ronert Amram y  trató de la reivindicación de las culturas prehispánicas. Esta pieza retrató en 18 minutos, desde una perspectiva aérea lugares tan emblemáticos como: Teotihuacan, Monte Albán, Mitla, Tulum, Palenque, Chichén Itzá y Uxmal. Además de sus hermosas imágenes, esta cinta contó con la  magistral narración de Orson Welles.

Para verlo completo haz clic aquí 

 

Gonzalo Gavira

Uno de los mejores sonidistas de todos los tiempos…

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Este artista del sonido fue uno de los mejores técnicos de efectos especiales de su tiempo. Participó en memorables películas como El bueno, el malo y el feo (1966), Infierno en la Torre (1974). Y trabajó con sobresalientes directores como Alejandro Jodorowsky, quien luego de su trabajo en El topo (1970) y La montaña sagrada (1973), lo recomendó con William Friedkin.

Friedkin, en aquella época se encontraba atorado en ciertos asuntos técnicos de El exorcista. Es ahí cuando el trabajo de Gonzalo sobresalió, en escenas como la vuelta de una cabeza en 360º, la cual la hizo con una cartera de cuero arrugada y pasando sus dedos por los dientes de un peine. El siempre afirmó que trabajaba con pura basura, objetos cotidianos y cosas que iba encontrando en su casa.

La película en 1974 ganó un Oscar por Mejor sonido, entre otros. Y a pesar de que a Gonzalo no le tocó directamente el premio –se lo dieron a los ingenieros de sonido– sin su trabajo nunca se hubiera podido lograr aquellos efectos que han hecho de esa cinta algo inolvidable.

Para ver como trabajaba clic aquí

 

 

Autor: Alejandro Nájera