La vida es eso qué pasa mientras estás en el tráfico…
La Ciudad de México tiene muchas ventajas. Montañas al fondo del horizonte, la mejor comida del mundo e historia escondida en el subsuelo. Sin embargo, como toda conglomeración inmensa de personas esta urbe tiene grandes defectos; uno enorme es el tránsito vehicular que todos los días (invariablemente) monopoliza las principales avenidas de la capital.
Vivir aquí es acostumbrase a estar encerrado en un carro o un camión. Es resignarse a posponer la llegada a casa para horas después. Es no poder controlar el tiempo en el que ocurre nuestra vida. Es perder literalmente 242 horas . Es quedarse contemplando el mismo paisaje durante una eternidad, porque como lo dijo alguna vez en poeta: los minutos son más largos cuando los contamos.
Para algunos filósofos el tráfico se puede explicar gracias a la naturaleza nómada que tiene el humano en su información genética. Ya que desde el inicio de los tiempos el hombre ha tenido la necesidad de moverse de un lugar a otro para sobrevivir. En la actualidad, el instinto de no quedarse en un solo sitio está íntimamente relacionado con los coches, las avenidas y los semáforos.
Pero más allá de su origen ontológico, la estancia en un embotellamiento saca a relucir los valores y la educación de cada persona. En el tráfico se ponen a prueba principios básicos de civilidad porque cuando sucede, los humanos muestran qué tanta ética poseen y qué tanta disposición tienen para adaptarse a las normas sociales de su entorno.
Queda claro que este tema tiene muchos matices y más allá de lo que cada quien pueda opinar, lo que sí es una certeza es que cuando se vive en la CDMX la obstrucción vehicular es inminente. Sin embargo no todo es malo, el tráfico puede (sí así lo queremos) traer algunos beneficios personales si aprendemos a controlar nuestras actividades mientras esperamos en esas filas de autos interminables.
Por eso hemos creado una lista con sugerencias para enfrentar de una manera digna los embotellamientos. Pensamos en algunas propuestas para que esos momentos de calma aparente, que genera la sobrepoblación de esta urbe, se conviertan en la posibilidad de mejorar la vida de quienes lo padecen.
El arte de analizar la existencia
Dedica las horas perdidas a meditar acerca de la vida…
El ajetreo de la vida cotidiana, los problemas familiares y esa necedad de estar siempre rodeado de gente, han propiciado que muchas personas no tengan tiempo de pesar con claridad en las cosas profundas de la existencia.
Quizá podemos destinar los momentos que pasamos dentro de un camión o de un auto, para cuestionarnos: a dónde queremos llegar, qué debemos dejar ir y cómo podemos encontrar la felicidad y quiénes somos realmente.
Escucha los podcasts más delirantes que hay
Usa este tiempo para aprender…
Aunque aún son un poco inadvertidos en la capital mexicana, los Podcast son archivos sonoros que semejan a un diario hablado y se distribuyen a través de internet. Pueden almacenarse en cualquier dispositivo móvil y le permiten a los escuchas ser parte de interesantísimos experimentos radiofónicos de casi todos los temas; hay de belleza y salud, hay de superación personal y hay algunos audios destinados a difundir lo más interesante de: la ciencia, literatura y filosofía.
Volverse un entusiasta de los audiolibros
Escucha a los clásicos de la literatura…
Sin duda la falta de tiempo es un mal de esta época, y por eso es normal que las personas del siglo XXI no tengan el tiempo de sentarse a leer nada. Para solucionar esto se inventaron los audiolibros; un formato que le permite a las personas escuchar grabaciones habladas de las obras editoriales existentes. Hay que destacar que en este medio se pueden encontrar con facilidad casi todos los clásicos de la literatura.
Escuchar mucha, mucha música
Sobre todo poner esa canción que hace una décadas estaba perdida…
Una de las cosas más divertidas y terapéuticas que se pueden hacer mientras el coche está parado en la mitad de un embotellamiento que no avanza es treparle a la radio y escuchar aquellas melodías que han acompañado nuestra existencia. Según diversos estudios, la música es una de las formas más fáciles de liberar el estrés y disfrutar el presente.
Aprender un idioma
Saber cómo se dice tráfico en alemán, inglés y francés…
Una manera estupenda para aprovechar el tiempo perdido del tráfico es aprender una lengua distinta a la nuestra. Actualmente hay cuantiosas aplicaciones que le permiten a los usuarios practicar diversos idiomas desde su celular. Además, muchas escuelas de enseñanza bilingüe cuentan con paquetes de audio que se adaptan perfecto a las personas que no pueden ir a tomar clases presenciales.