Si Gabo siguiera vivo, estaría cumpliendo 91 años…
De estar vivo, el Premio Nobel de Literatura de 1982 estaría cumpliendo 91 años. Y es que Gabriel José de la Concordia García Márquez nació en Aracataca, Colombia, el 6 de marzo de 1927. Pero hay quienes dicen, que su corazón lo dejó en México, específicamente en la capital.
Esta historia de amor se remonta a 1961, cuando era corresponsal en Nueva York de la agencia Prensa Latina. Por desgracia, recibió amenazas de la CIA y de los exiliados cubanos en Estados Unidos, por los reportajes que publicaba. Por este motivo, se estableció en la Ciudad de México con su esposa Mercedes y su hijo Rodrigo.
Ahí empezó a trabajar como editor en algunas revistas, y más tarde se convirtió en redactor publicitario y hasta guionista de cine. A nuestra urbe, Gabo la llamaba “ciudad luciferina”. Adoraba caminar el Centro Histórico, algunos de los lugares que más frecuentaba era el restaurante El Cardenal y el Café La Habana.
Gracias a su amistad con el también colombiano Álvaro Mutis, se hizo amigo de José Emilio Pacheco, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska y Augusto Monterroso. Cabe mencionar, que para ese entonces había escrito cuentos y novelas, el escritor no era muy conocido fuera de su país natal.
Esto cambiaría a principios de 1965, cuando decidió tomar unas vacaciones con su familia a Acapulco. Mientras manejaba, en el trayecto de ida, le vino a la mente la frase que abriría Cien años de soledad.
Se obsesionó tanto con las primeras líneas del libro, que optó por regresar de Acapulco antes de lo planeado. En cuanto llegó a su casa en la capital, en la calle de La Loma 19 en la colonia San Ángel Inn, Gabo se encerró a escribir su novela.
Como había renunciado a sus trabajos para terminar su obra maestra, el dinero empezó a faltar en su familia. Pronto solicitaron préstamos y prórrogas de pagos. Vendieron su coche y pidieron ayuda a sus vecinos y conocidos. Un año y medio tardó García Márquez en terminar su libro, del cual solo pudo mandar la mitad a la Editorial Sudamericana en Buenos Aires (no le alcanzó para mandar el manuscrito completo). Sin duda la editorial quedó maravillada con Cien años de soledad, así que lo publicó en marzo de 1967.
Fue en su casa de San Ángel donde recibió la noticia de que había ganado el Premio Nobel. Y en realidad, fue en la Ciudad de México donde fraguó lo mejor de su obra. Por esto, a Gabo lo recordamos como chilango. Murió el 19 de abril de 2014. Y pese a que sus cenizas no yacen en territorio mexicano, el legado de Gabriel García Márquez permeará por siempre los rincones de esta, su ciudad.