En el pasado, el Eje Central se dividió en nueve segmentos, el que estuvo ubicado en la zona centro se llamó San Juan de Letrán.
. . .
Antes de que en la Ciudad de México comenzara el auge de los ejes viales, cada calle tenía su propia identidad y el Eje Central no fue la excepción. Éste estaba fraccionado en nueve secciones o calles llamadas: Ajusco, Panamá, Niño Perdido, San Juan de Letrán, Ruiz de Alarcón, Aquiles Serdán, Leyva, Santa María la Redonda y Abundio Martínez.
En la zona centro de la ciudad el Eje Central incluía tres calles diferentes: Niño Perdido (que corría desde la colonia Portales hasta la fuente de Salto del Agua), San Juan de Letrán (que abarcaba de lo que hoy es José María Izazaga hasta Madero) y Ruiz de Alarcón (que iba desde Madero hasta la calle de Tacuba).
El origen del nombre de la calle de Niño Perdido se remonta a la época colonial; esta curiosa historia incluye un triángulo amoroso y un amor no correspondido. Cuenta la leyenda que un joven platero fue rechazado por su novia cuando ésta conoció a un escultor de origen español. La nueva pareja se casó y pronto tuvieron un hijo. Todo era felicidad. Una noche un incendio provocó caos y confusión cerca de la casa de la pareja. En medio del desorden, el despechado platero robó al bebé provocando que la madre desesperada gritara: “¡Mi hijo se ha perdido! ¡Madre mía, devuélveme al niño perdido!”. En la madrugada la pareja recuperó al niño y la vía fue conocida como la calle del Niño Perdido, a partir de esa noche.
Por su parte, San Juan de Letrán debe su nombre al colegio del mismo nombre que estuvo ubicado a la altura de las calles que hoy se conocen como Madero y Venustiano Carranza. Éste fue una institución académica dedicada a las “primeras letras”, lo que hoy llamamos escuela primaria. Fue la primera institución académica que se fundó en la Nueva España en el año de 1528, y en 1547 se le añadió el Colegio de Estudios Mayores. En un principio estaba dedicada a la educación de los mestizos, pero pronto se inscribieron también criollos e indígenas.
Con el paso de los años San Juan de Letrán se convirtió en una zona de moda para salir a pasear o comprar, también había cines como el emblemático Cine Teresa o el Teatro Blanquita. Muchos españoles que llegaron a México huyendo de la Guerra Civil o la posguerra se instalaron en esta calle, incluso varios tuvieron negocios en las inmediaciones. A San Juan de Letrán se iba a “sanjuanear”, término que se puso de moda dada la cantidad de oferta de ocio que había para todos los capitalinos y visitantes foráneos.
Durante las remodelaciones que se hicieron en el centro de la ciudad en los primeros años de la década de los treinta, San Juan de Letrán fue ampliada para convertirse en un ejemplo de modernidad: un enorme eje vial. La denominación actual se asignó en memoria del general que fuera presidente de México entre 1934 y 1940: Lázaro Cárdenas.
Si bien el ahora Eje Central sigue siendo un punto muy popular del Centro Histórico de la ciudad, éste ha sufrido los cambios propios del tiempo; los pequeños comercios son ahora enormes superficies como la Plaza de la Tecnología especializada en aparatos electrónicos, la Friki Plaza paraíso de los geeks o el Salón Bombay, antes un bar de ficheras por donde desfilaron Wanda Seux, Lyn May y La Princesa Lea, hoy un popular bar de hip-hop.
Foto de Portada: Mapio.net