La Glorieta es el reflejo de la vida urbana en una ciudad del siglo XXI.
La Glorieta de Insurgentes es una plaza pública bellísima y una de las más transitadas de nuestra ciudad. Es un nodo urbano ubicado en la delegación Cuauhtémoc, en las colonias Roma y Juárez; en el cruce entre avenida chapultepec y avenida insurgentes, a la salida del metro insurgentes.
La Glorieta de los Insurgentes fue inaugurada en 1969, como parte de las obras de la primera línea del metro; donde el símbolo de la estación representa la Campana de Dolores, con la cual Miguel Hidalgo y Costilla llamó a rebelarse contra el gobierno español el 16 de septiembre de 1810. La campana es el símbolo de los Insurgentes, que evoca la sublevación contra la autoridad y el anhelo de Independencia.
El promotor de la construcción fue el Ingeniero Bernardo Quintana, y todo el proyecto estuvo a cargo del arquitecto Salvador Ortegas. Se trató de una reformulación de un proyecto anterior pensado por Mario Pani, para el cruce de Reforma e Insurgentes, que nunca se llevó a cabo.
En aquella época, sobre la avenida circulaban pocos automóviles, había un tranvía y la estatua de Cuauhtémoc, que fue movida a unos al paseo de reforma. También se encontraba el cine Insurgentes, que desde los años treinta tenía una vistosa fachada con una estructura cilíndrica rematada en la cúpula.
Uno de los aspectos más interesantes de la glorieta es que se encuentra construida bajo el nivel de las calles, donde los peatones pueden caminar a través de varios pasajes y llegar a la Zona Rosa y a la Colonia Roma. Este cráter peatonal en medio de la ciudad es un buen lugar de paso, de encuentros, un foro musical-cultural al aire libre y un lugar de expresión para diversos grupos de jóvenes.
La estación del metro y la glorieta, es una síntesis entre el pasado prehispánico de México, representado por los relieves de glifos mayas en un medio círculo, y el periodo novohispano, presente a través de otros relieves en concreto que recuerdan las lapidas de Puebla, hasta el mural que representa el underground de Londres, en el interior de la estación del metro.
El muro de glifos mayas es uno de los elementos más destacados de este espacio. Sus elementos y composición son geniales, desde la curvatura de la pared hasta los bloques de concreto. Cada bloque tiene de dos a cuatro pictogramas basados en los tableros de glifos encontrados en la zona arqueológica de Palenque en los años 50´s, donde se escavó la famosa la Lápida de Pakal.
Los caracteres o logogramas fueron llamados jeroglíficos por los antiguos exploradores europeos de los siglos XVIII y XIX, que aunque desconocían su significado, lo asociaron a los jeroglíficos egipcios. Hoy en día se sabe que es todo un sistema de escritura, con logogramas y glifos silábicos, que posee una función similar a la escritura japonesa.
La combinación de estos bloques de glifos casi no se repiten y básicamente no hay pictogramas iguales que estén uno a un lado del otro. La idea de presentar un muro de glifos, sería retomada en 1980 en la estación del metro Etiopía; al que además se le añadió un recubrimiento de ladrillos y unos leones similares a la representación de la estación del metro.
En 2017 se llevó a cabo la remodelación de la Glorieta de insurgentes, haciendo de esta plaza un lugar todavía más vivo, dinámico y diverso, donde muchos jóvenes encontraron libertad para usar ese espacio entre los anuncios luminosos que rodean la plaza. Este tamiz de personajes es el reflejo de la vida urbana del siglo XXI, donde podemos ver cómo nuestra ficción diaria cohabita con las múltiples aristas de lo que llamamos realidad.
Como último dato sobre este inmenso espacio urbano, en 1990, Arnold Schwarzeneger filmó una escena central de la película “Total Recall“, que vislumbra el futuro cuyo telón de fondo es nada menos que el metro de la Ciudad de México, la Estación Insurgentes y su plaza aledaña.