Tres días para volverte a enamorar de la Ciudad de México…
Desde hace un tiempo, la Ciudad de México ha llamado la atención de los blogs de viajeros más reconocidos del planeta. Y es que a pesar de la mala fama que esta urbe tuvo hace algunas décadas, en pleno siglo XXI la capital mexicana ha protagonizado toda clase de crónicas hechas por los medios internacionales más reconocidos de la tierra.
Un ejemplo valioso de lo anterior se suscitó hace unos días cuando la famosa revista estadounidense de viajes, Condé Nast Traveler publicó un singular artículo en el que ofrece a sus lectores una guía práctica para pasar tres días en la Ciudad de México.
La tarea de capturar una ciudad tan grande en 72 horas fue titánica y aunque a este tipo de desafíos siempre le faltarán cosas, este breve collage en particular puede ser una guía fabulosa para el que así lo quiera. Ya sea porque uno es turista y tiene poco tiempo para conocer, o porque uno vive en la CDMX y, entre el trabajo y vida caótica, a veces no puede visitar las cosas más valiosas que tiene para ofrecer la metrópoli mexicana.
El artículo le anuncia a sus lectores que desde que uno pone un píe en las calles de esta urbe, todos los sentidos se encienden. El sonido de la música afuera de algunas tiendas, el rumor de las bocinas de fondo y más de 8.8 millones de personas deambulando de aquí para allá, con sus extrañas concepciones del día y tan ocupadas que prefieren llamar a su casa D.F, en vez de Ciudad de México.
Entonces, sin más preámbulos, les presentamos estas propuestas para pasar tres días perfectos entre la historia, la gastronomía y la arquitectura de este espacio que tiene tanto para ofrecer.
Día 1
Zócalo, impulsado por cafeína y tacos…
En primer lugar hay que caminar el Zócalo. Reconocer sobre la plancha las diferentes etapas históricas por las que ha atravesado esta plaza y sobre todo visitar el Templo Mayor; un emblemático espacio que muestra las raíces aztecas que tiene la capital mexicana. Después, no hay que perderse los murales de Diego Rivera en el Palacio Nacional e irse a dar una vuelta para admirar la arquitectura Art Nouveau del Hotel de México; una construcción del siglo XIX con un techo de cristal.
Cuando el hambre llegue se pueden probar los mejores manjares mexicanos del Centro Histórico en la Taquería Los Tres Coyotes. Luego vale la pena ir a El Moro Churrería por un postre. y finalmente se puede tomar un café fresco en el Mercado de San Juan.
La jornada puede continuar en la Alameda Central; un hermoso punto de reunión en el que coexisten museos y edificios antiguos. Entre todos los espacios para conocer, hay que destacar el Palacio de Bellas Artes; un recinto en el se exhiben las mejores muestras de la CDMX y en el que además se pueden contemplar los murales de Gabriel Orozco.
El día puede terminar en la tradicional Pulquería Duelistas para probar la deliciosa bebida prehispánica. También habrá que darse una vuelta por Garibaldi para escuchar a los mariachis y atestiguar un duelo de lucha libre en la Arena México.
Día 2
Frada Kahlo e ir de compras a un barrio artístico…
Tras haber visitado maratónicamente el Centro Histórico, es hora de ir a caminar por los barrios más pequeños y queridos de la Ciudad de México. Esta aventura puede empezar con un desayuno en la Panadería Rosetta, seguido de un paseo por la Colonia Roma; un barrio precioso en el que cualquiera puede descubrir las nuevas creaciones de los diseñadores y artistas que están revolucionando la escena en México. Es especialmente adecuado detenerse en los negocios de la arteria de Colima.
La segunda actividad de este día será dirigirse a Coyoacán (para lograrlo hay que tomar el metro). Este sitio ha sido la casa de los artistas e intelectuales más importantes del país y quizá por eso no es coincidencia que precisamente aquí se encuentre la famosa Casa Azul de Frida Kahlo. Vale la pena pasar la tarde recorriendo los cuartos en los que dormía y recrear desde su objetos y cuadros cómo era un día en la vida de esta famosa artista y de su esposo Diego Rivera. Como consejo: hay que comprar los boletos online, para evitar las filas.
Para la noche, la exhortación es ir a aquellos bares o restaurantes que son un éxito en Instagram. Por sólo mencionar algunos, están los restaurantes de mariscos Contramar y la Docena y las mezcalerías: La Clandestina y El Palenquito. Todos estos negocios se encuentran entre la Roma y la Condesa.
Día 3
Ruinas ancestrales y una última gran comida…
En este breve recorrido, proponemos gastar la mañana del último día en Teotihuacán para ver las ruinas que se edificaron ahí en el Siglo VII. En este sitio, ubicado a las afueras de la capital, las personas podrán atestiguar la magnífica Pirámide del Sol; el tercer basamento más grande del mundo.
Por la tarde, habrá que darse una vuelta por el esplendoroso Bosque de Chapultepec; se trata de una de las áreas verdes con mayor extensión de la tierra. En este tranquilo espacio una puede desde ir a visitar el zoológico, hasta tirarse en el pasto justo frente al lago.
Para terminar este rápida travesía por la CDMX, es recomendable cenar en el restaurante más popular de la megalópolis, hablamos del Pujol; la propuesta gastronómica del famosísimo chef Enrique Olvera que le ofrece a sus comensales un verdadero festín sabores nacidos en las entrañas de México.
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