La Ciudad de México está transformando la manera de hacer las cosas…
En este atormentado inicio de milenio, más del 50% de la población mundial vive en ciudades. Esto ha demostrado ser un verdadero problema para el medio ambiente y ha generado daños irreversibles a las especies vegetales, animales, y ha devastado las materias primas más necesarias para vivir.
Por eso, tratar de cambiar lo que viene es indispensable si queremos que nuestros hijos sobrevivan. Afortunadamente, las metrópolis modernas están dando cabida a ideas profundas y concretas para el futuro y poco a poco las megalópolis más importantes del planta se están llenando de espacios audaces, protagonizados por la imaginación inquisitiva de los urbanistas del siglo XXI.
Hablamos de un cuantioso grupo de: ecologistas, biólogos, sociólogos, arquitectos, ingenieros, diseñadores y planificadores que buscan la manera no sólo de edificar metrópolis cálidas y prácticas, sino también sustentables. Urbes que empleen novedosas tecnologías para conservar, de la mejor manera, los recursos naturales más importantes que tienen.
Un ejemplo genial de lo anterior es la capital de Dinamarca, Copenhague. En esta ciudad feliz la mayor parte de la gente ha cambiado sus coches por bicicletas y un grupo de expertos han diseñado un sofisticado sistema de movilidad que es la envidia del mundo. De hecho, los despachos de arquitectos que hay en el país nórdico son muy optimistas acerca del futuro, algo raro en nuestra época.
Otro caso memorable de urbes que están imponiendo tendencia en lo que a sustentabilidad se refiere es la CDMX. Una de las ciudades más grandes y pobladas de la Tierra que, aunque por su extensión parece una bestia indomable, es la sede de cuantiosos laboratorios multidisciplinarios en los que se están realizando modelos de desarrollo urbano que son la envidia de las naciones del primer mundo.
Desde hace unos años, una nueva generación de chilangos ha desafiado de una manera elegante las reglas, y ha revolucionado (con mucho esfuerzo) la forma de hacer las cosas. La capital mexicana alberga una gran cantidad de ideas novedosas, que por su naturaleza creativa marcan tendencia en urbanismo y sustentabilidad.
Actualmente, se han impulsado proyectos tan interesantes como la Oficina de Resiliencia Urbana; iniciativa dedicada a analizar la enorme capacidad de adaptación que hay en un sitio como este. Una metrópoli en el que se experimentan crisis cotidianas de diferente índole, y en la que los científicos sociales están obligados a dar respuestas rápidas y eficaces ante múltiples escenarios adversos.
Pero además de estudiar y proveer alternativas para sus complejos problemas, la Ciudad de México ha implementado soluciones originales que mejoran la calidad de vida de sus habitantes y del aire que respiran. Actualmente se está trabajando en poner paneles solares que alimenten la iluminación nocturna de las calles y las grises columnas del segundo piso del Periférico se están cubriendo con jardines verticales para aminorar la contaminación atmosférica y visual.
Todas estas medidas nos indican que vamos por la dirección correcta, o por lo menos esa es la conclusión de Monocle; una connotada revista británica que a través de un video genial, dedicado al urbanismo, le informa a sus lectores que sí hay un lugar que se ha inscrito al futuro (y en el que las personas han tomado la causa del medio ambiente como una lucha propia) ese es la magnífica CDMX.
*Subtítulos para el video en la configuración de Closed Caption (CC) de YouTube.
