Fotografía por Jaime Ramos Mendez
Anteriormente te compartimos una lista de lugares “alternativos” que no puedes dejar de admirar, ya sea si vives en la capital o la visitas. Tanto por su escasa publicidad como por su relevancia casi secreta en el mundo del turismo clásico capitalino, difícilmente estos bellos sitios se hacen tan visibles como otros de la urbe. Algunos de ellos son ya conocidos, pero raramente alguien sabe qué ocurrió en aquellos sitios, las mentes que estuvieron detrás de su edificación, o simplemente por qué existen en ese lugar.
La lista continua en esta segunda nota, donde te presentamos otros de los sitios que hemos descubierto al paso de nuestras investigaciones de campo por las calles de la Ciudad de México:
Lago de los Reyes Aztecas
Una opción alternativa al ya conocido paraje lacustre de Xochimilco. Ubicado en la delegación Tláhuac, el Lago de los Reyes Aztecas tiene al rededor de 800 años de historia y un área de más de 1.9 hectáreas. Se sabe que fue parte de la compleja red de canales que comunicaban y dotaban de suministros a la antigua Tenochtitlán. Aquí como casi en todos las zonas lacustres de la cuenca del Valle de México, se conformaron las bases de la agricultura desarrollada al amparo de las míticas chinampas. En este espacio también puedes rentar Trajineras por mucho menos precio que e Xochimilco y además en un sitio callado y totalmente relajante para aquellos amantes de la naturaleza.
Casa del Árbol
Creada por el arquitecto Guillermo Siliceo, se trata de un sitio arquitectónico hermoso liderado por estructuras orgánicas, sencillas pero muy extraordinarias. La Casa del Árbol es un complejo privado de 25 casas rodeadas por el bosque del Desierto de los leones. En cada una de la casas encuentras bellas alegorías al hinduismo y budismo, entre otros símbolos esotéricos que rescatan la trascendente filosofía de “todo es uno y uno es todo”.
“La Fábrica”
José Ramón Elizondo –empresario y propietario de dicha maquinaria–, encargó al artista mexicano Vicente Rojo, una serie de esculturas a partir de maquinaria estadounidense cuyo origen se remontaba a los años de la Segunda Guerra Mundial. El resultado fueron 18 máquinas troqueladoras intervenidas por el artista, mismas que inauguraron el nuevo espacio escultórico La Fabrica, en el interior de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixuhca. Las figuras asemejan a una especie de escenario distópico o sci-fi pero a su vez un tanto futurista por los detalles de colores minimalistas. Las piezas de Vicente Rojo son un incentivo más para que por medio del arte, la gente se reúna en estos espacios públicos y se apropie de ellos.
Invernadero de la Biblioteca Vasconcelos
Uno de los sitios más místicos de la ciudad es el invernadero oculto en el jardín surrealista de la Biblioteca Vasconcelos, diseñada por Alberto Kalach en conjunto con la jardín botánico de la UNAM. Se trata de una estructura de metal inmensa que alberga una especie de riachuelo y un montón de especies fauna. Por fuera se encuentra una estructura de metal que funge como una cascada sintética y que cae a un ojo de agua también sintético. Todo ello está escondido por un hermoso muro de bambú el que hoy es imposible pasar. Anteriormente estaba abierto al público en general y hoy permanece cerrado pero según un informe del 2013 del director de la biblioteca, se está planeando revivir no solamente como perfil ornamental, sino como un espacio en el que se conjugue la naturaleza y el recinto bibliotecario. Osea que, en muy poco tiempo, podremos acceder al invernadero que también tendrá libros.
D: Eje 1 Norte Mosqueta S/N, Buenavista
Sala de Arte Gótico del Museo Nacional de San Carlos
Un lúgubre espacio en el Museo Nacional de San Carlos acaba de reinaugurarse con la exposición El nuevo rostro del Gótico, en la que se exhiben algunas muestras de arte pictórico medieval. Se trata de piezas realmente valiosas que datan del siglo XV, obras únicas que no posee ningún otro recinto en América. Dichos cuadros, junto con otros 12, tenían casi medio siglo guardados en cajas.
D: Puente de Alvarado 50, col. Tabacalera
Planetario Luis Enrique Erro
El planetario, uno de los más antiguos de Latinoamérica, es actualmente un centro de divulgación de la ciencia con distintas actividades: programas audiovisuales, exposiciones, conferencias, talleres y festivales. Cuenta con un sistema Digistar 3 que permite la observación mediante telescopios ópticos de gran tamaño y a través del que es posible realizar modelaciones científicas en animación por computadora en 3D. El sistema Digistar 3, diseñado por la Evans and Sutherland Computer Corporation, líder mundial en tecnologías de simulación computarizada, reemplazó al proyector planetario óptico mecánico Carl Zeizz modelo Mark IV, el más destacado de su momento, 1967, año en que inauguró el Planetario.
D: Av. Wilfrido Massieu S/N, Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Gustavo A. Madero, Zacatenco
Pabellón Coreano del Bosque de Chapultepec
Desde 1968, sobre avenida Reforma, en una esquina del Bosque de Chapultepec, se encuentra el Pabellón Coreano. La construcción es una replica de la pagoda donde se firmó la independencia de Corea del Sur. Se construyó pieza por pieza in situ. Fue un regalo que buscaba vincular a México y Corea en el marco de los juegos olímpicos de 1968.
Minichelista
Es un café dadaísta al norte de la ciudad, específicamente en la Nueva Santa María; una casa transformada en una verdadera obra de arte dada, aquí puedes encontrar esculturas con metales chatarra, sillones creados a base de objetos reciclados (como una tina de baño, por ejemplo), máscaras masae, un ciento de cámaras vintage, murales con realismo mágico y un loro parlante en la recepción del lugar. Su fuerte son los tés, las tisanas y la hookah, aunque también sirven de comer rico. La mejor parte del lugar es sin duda la entrada, que tiene un robot gigante en su fachada y te recibe con mesas, sillas y efigies que simulan obras de Duchamp.
D: Guanábana, 197, col. Nva. Sta. Maria
Túnel de criptas en la Catedral Metropolitana
La Ciudad de México, como gran auge de la filosofía católica, diseñó también una gran cámara mortuoria en las profundidades de la Catedral Metropolitana. Se trata de un acervo de 10 mil criptas distribuidas en 14 capillas, que lleva por nombre tal cual la Cripta de los Arzobispos. Aunque suena a colección de cementerio, es real, nuestra Catedral monumental puede parecer muy pequeña desde fuera pero por dentro aguarda un excepcional universo cultural.
D: Plaza de la Constitución S/N, col. Centro
Muro de exvotos de la Basílica de Guadalupe
Se le llama exvoto, a toda clase de ofrendas a los dioses, vírgenes o santos, en agradecimiento por la ayuda brindada para resolver algún problema, una enfermedad o una situación de peligro. Es una manera de manifestar que estamos conscientes de que seres numinosos cercanos a Dios han intercedido por nosotros para crear lo que se concibe como un milagro. La Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México alberga una de las paredes con exvotos más sofisticada del país. A ella acuden alrededor de 9 millones de personas el 12 cada diciembre, el Día de la virgen.
D: Plaza de las Américas 1, Villa de Guadalupe, Villa Gustavo A. Madero
Museo de Instrumentos Musicales del CENART
Aunque aquí encuentras piezas de distintos países, los instrumentos prehispánicos son los más prominentes, por lo que este pequeño museo también funge como una especie de colección de etnografías sonoras del México precolonial. El espacio tiene un carácter antropológico y sociológico, detrás de su estética idílica que nos muestra instrumentos especialmente de percusión, viento y cuerda; a través de cada una de estos piezas, se puede conocer un poco de cada cultura, de cada tiempo; y no solo de su tradición musical, también de sus cánticos sagrados en torno a las deidades.
D: Río Churubusco 70, piso 7 de la torre de investigación, col. country club, Tlalpan-Taxqueña
Sociedad Teosófica de México
Fundada por la mística Madame Blavatsky, la Sociedad Teosófica, existe a nivel mundial y la Ciudad de México también tiene su sede. La Sociedad Teosófica busca la unión y el fomento de la fraternidad por medio de objetivos en común: la búsqueda de la verdad, del conocimiento de uno mismo a través de la investigación, la reflexión y el servicio. “Las creencias deben ser el resultado de un estudio individual”. Además la Sociedad Teosófica de México también realiza una aceptación racial y religiosa.
D: Calle Ignacio Mariscal No. 126, col. Tabacalera
Restaurante Don Chon
Este restaurante es probablemente el más exótico de la ciudad de México. La mayor parte de su menú está fabricado con ingredientes mexicanos y un tanto infrecuentes hoy en día: insectos con mucha proteína y poca grasa, raíces y flores vitamínicas, hierbas medicinales y jugosas carnes con múltiples salsas y estilos de cocción caseros según el sabor del animal: jabalí, rana, serpiente, guajolote, pejelagarto, ratón de campo, ardilla, iguana, cocodrilo, tejón, castor, venado y en otras presentaciones no muy frecuentes: carne de armadillo o codorniz japonesa. Además de conocer la mayoría de sus recetas de memoria, Don Chon idea nuevas mixturas de sabores a partir de aromas, texturas y beneficios medicinales. Las tortitas de huevos de mosco, por ejemplo, contienen vitamina b y los escamoles a la mantequilla con pétalos de crisantemo son ricos en proteína, además de que la esencia de la flor le da un toque suave y delicioso.
Dirección: Regina 160, col. Centro
Pixza
Un pequeño lugar que logró fusionar los tradicionales huaraches y las tlayudas con el arte italiano de hacer pizza. Su nombre Pixza, con x, nos refiere un poco al nahuatl, dando la premisa de que se trata de un alimento que de menos su base principal será el maíz. Y en efecto, estas pixzas están hechas de masa azul. Además, gracias a un programa de repartición de comida llamado Empoderamiento social, por cada 5 rebanadas de pizza vendidas, Pixza regalan una rebanada a personas en situación de calle. De hecho, también apoyan al proyecto Mi Valedor, una revista hecha por vagabundos.
Más información al respecto aquí.
D: Liverpool 162 B, col. Juárez
El ombligo de la Ciudad de México
El verdadero centro de la ciudad.
Muchos pensarían que el centro de nuestra ciudad es sin duda el Centro Histórico. Sin embargo no es así, ya que dicho Centro solo se utiliza como punto de partida del kilómetro cero (situación geográfica de donde parten las carreteras para medir sus distancias a otros estados), sin embargo geográficamente las cosas son distintas. ¿Y entonces cuál es el verdadero centro u ombligo de la Ciudad de México? Te invitamos a descubrirlo en este link.
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