Palmeras que emularon en la ciudad el estilo de Beverly Hills de los años 30.
Las palmeras de la CDMX embellecen nuestras avenidasy calles desde hace décadas. En la ciudad fueron plantadas con una extraña finalidad: recrear el entorno tropical y lujoso que se vivía en Beverly Hills. Quizá esta sea uno de los datos que se cuenten poco durante el sexenio del presidente Miguel Alemán, que gobernó de 1946 a 1952. Esta administración creó Ciudad Universitaria y llevó a cabo diversos planes para la industrialización de México; aumentó la red de carreteras, vías férreas y obras públicas; se mejoraron los sistemas de riego y creció el reparto agrario, se diversificaron las industrias automotrices, de motores y electrodomésticos y cadenas hoteleras e impulsó el turismo y sobre todo el puerto de Mazatlán. En una de sus giras por Tijuana, Miguel Alemán se siguió hasta llegar a Los Ángeles, California donde vio una hilera de palmeras sobre las principales avenidas de la ciudad, que lo dejaron maravillado. A su regreso a la ciudad mandó plantar palmeras en CDMX, y el regente Fernando Casas Alemán transportar y sembrar un grupo de palmeras en algunas avenidas, calles y camellones, de un modo bastante similar a las que estaban plantadas en Los Ángeles. Las palmeras se plantaron en diversos puntos de la ciudad, Lindavista, Narvarte, Florencia y Paseo de las Palmas en Chapultepec, cuenta el arquitecto Eduardo Rincón Gallardo, miembro de número de la Asociación Mexicana de Urbanistas. A.C. Con esto se buscaba que las palmeras en la CDMX marcaran un estilo arquitectónico. Este tipo de casas de los años 20, construidas en Los Ángeles California, se erigieron cuando un par de arquitectos austriacos decidieron crear un estilo propio, imitando el paisaje español. Alrededor de los camellones con majestuosas palmeras, también es posible encontrar casas tipo colonial californiano, casi iguales a las casas que hay en el corazón de Beverly Hills. Muchas de estas edificaciones estuvieron a cargo de Teodoro Gildred, alrededor de los años 30. Sus diseños aún se pueden apreciar en colonias como Estrella, Guadalupe Insurgentes, Lindavista, Narvarte y Del Valle, por mencionar algunas. Las palmeras pueden medir hasta 20 metros y necesitan de un clima caluroso para que crezcan mejor; No obstante, las palmeras de la ciudad se han adaptado al clima que templado, y que no hay reducción de la temperatura por debajo de cero. Las palmeras en los camellones pertenecen a la especie phoenix canariensis chabaud, y se encuentran en partes del sur de los Estados Unidos, como Texas y California; aunque también hay palmeras similares en Argentina y Uruguay. En promedio, una palmera llega a vivir 80 años, no requieren cuidados especiales y sus raíces no son agresivas con banquetas ni tuberías, y de vez en cuando es necesario podar sus ramas secas. Son plantas muy adecuadas para la ciudad, no tapan vistas ni edificaciones, embellecen el entorno y no necesita grandes cuidados; además las palmeras de la Ciudad de México están bien adaptadas al clima, a la lluvia y al calor, y de hecho se propaga sola. Para ejemplo basta pensar en la palma que hay en la glorieta de reforma. Que cuando Porfirio Díaz mandó a hacer un camino que fuera del castillo de Chapultepec al Zócalo, y fueran colocadas glorietas donde harían monumentos, como el caballito que está en el MUNAL, y en la glorieta que quedó vacía simplemente plantaron una palma que ha sobrevivido varias generaciones. La glorieta de la palma es la única glorieta de todo el Paseo de la Reforma que se mantiene justo como fue concebida, incluso estaba ahí antes de que fuera levantada la columna de la independencia; la emblemática glorieta estaría cumpliendo 100 años dentro de muy poco, además de que el gobierno de la ciudad tiene un equipo que la mantiene limpia y cuidada.