La historia del mamut del Museo de Geología de la UNAM.
En 1956, en un hermoso edificio de la Santa María la Ribera abrió sus puertas el Museo de Geología de la UNAM. Desde entonces y hasta hoy, este fabuloso recinto expone fantásticas colecciones de paleontología, minerales, rocas y meteoritos, además de exhibiciones didácticas y de investigación que contribuyen al desarrollo y difusión de estas ciencias en nuestro país.
Entre los muchos objetos que se exhiben en la Sala Principal del museo se encuentra un enorme esqueleto de mamut, pieza emblemática del museo cuya historia es tan poco conocida como singular.
Pero la historia de este espacio se remonta a mucho antes. A fines del siglo XIX, el Gobierno Federal creó una institución dedicada a la investigación científica, difusión y docencia de la Geología para conocer los recursos naturales explotables de nuestro país y para ello, se estableció en 1886 la Comisión Geológica Nacional.
El 17 de septiembre de 1888, el Congreso de la Unión decretó la creación del Instituto Geológico Nacional, dependiente de la Secretaría de Fomento, Colonización e Industria. Después de creado el instituto, se pensó en un edificio que albergara a su personal y fue hasta 1890 cuando se inició la construcción de este edificio, ubicado en el corazón de la colonia Santa María la Ribera, bajo la dirección del arquitecto Carlos Herrera López, en colaboración con el Ing. José Guadalupe Aguilera Serrano, autor de los planos y distribución de las áreas.
El esqueleto del mamut es, en realidad, la reconstrucción de un mamut fósil hecha con piezas de 12 diferentes animales que se encontraron en el lapso de muchos años alrededor del Valle de México. Así, la creación de este modelo, que hoy el símbolo del importantísimo museo de la UNAM fue como la reconstrucción de un rompecabezas, una tarea ardua que fue llevada a cabo por varios equipos de expertos.
Originalmente, esta pieza se encontraba en el Museo del Chopo, pero en la década de los sesenta, éste fue desmontado y varias de sus piezas se perdieron. Para principios de la década de los setenta, la pieza se volvió a montar, pero esta vez en el Museo de Geología, y desde entonces el recinto es su hogar.
El mamut del Museo de Geología de la UNAM, con el paso de los años, se convirtió en uno de los protagonistas de este espacio, un collage hecho de varios mamuts que alguna vez habitaron nuestro planeta y cuyos huesos, como un collage del pasado lejano, como un tesoro que ha sobrevivido al tiempo, nos hablan de épocas de la historia de nuestro planeta que se remontan a esas eras en las que el hombre aún no caminaba por este mundo…