El trompo mexicano de madera, gran tradición de los juguetes artesanales

Del trompo de madera al de plástico popular de los 90s.

 

El trompo es un juguete tradicional mexicano que expresa a nuestra cultura mexicana. Son elaborados de forma artesanal con madera y se exportan a diversos lugares del mundo. De hecho, cada año se entregan premios a los artesanos más destacados en el Concurso Nacional del Juguete Popular,​ el cual es realizado en el Museo del Juguete Popular Mexicano, en San Miguel de Allende Guanajuato.

Muchos textos disponibles en línea que hablan sobre el trompo, afirman que los primeros registros del trompo datan del 4000 a. C., pero coinciden en que los detalles de su origen y su creación son inciertos. Inclusive se dice que el trompo fue un instrumento para prácticas de adivinación y chamanismo, y se cree que tiene un origen arcaico asociado a rituales de adivinación e interpretación de presagios en cierta época del año ya que se utiliza para recrear el movimiento de los astros.

 

También afirman que se han encontrado ejemplares de arcilla en la orilla del río Éufrates, que hay rastros de trompos en pinturas muy antiguas y en algunos textos literarios que citan el juego, es mencionado en escritos de Marco Porcio Catón, político e historiador romano, en la Eneida de Virgilio, y que el Museo Británico conserva el trompo más antiguo del mundo, hallado en Tebas fechado en el 1250 AdC. Pero entre las cosas consensuadas sobre el trompo, son los detalles que se refieren al filósofo Platón, a quien el trompo le servía como metáfora del movimiento y a Aristófanes quien era un aficionado. Los romanos, griegos, chinos y japoneses también tenían un lazo especial con este juguete.

Los pequeños talleres y fábricas mexicanas dedicadas a la juguetería, tuvieron su periodo de modernización a finales del siglo XIX y principios del XX; creando trompos con varios tipos de maderas para hacerlos capaces de resistir los golpes de sus “adversarios”. Los artesanos solían tener oficios relacionados con la madera como carpinteros, fabricantes de muebles e incluso de ataúdes. En esa época los niños también fabricaban y tallaban sus creaciones de trompo, a partir de un clavo de hierro sin cabeza como punta.

 

En México el tropo ya era sumamente popular en el siglo XX, y en esa época eran de madera de guayabo o mezquite con punta de clavo. Se vendían en ferreterías y se juntaban los niños a jugar el cónico juguete de madera. En 1963 se introdujeron los primeros trompos plásticos bajo el sello Plasti Marx; con mucha publicidad en programas de televisión como el de Chabelo, quién dio gran impulso a la promoción del trompo de plástico en nuestro país.

Para 1975 la marca Duncan trajo una oleada de trompos plásticos a nuestro país. El representante de aquella marca comercial, era el ingeniero García del Camino, responsable de llenar el mercado mexicano con este fantástico juguete. ¡0 años después 1986, la marca Premier forma una escuela de campeones demostradores comandados por la dinastía de los hermanos Zentella Olavarria, Eduardo, Fernando y Carlos; que compiten contra la empresa 5 estrellas, creadora de los conocidos como trompo “azteca”.

 

Para principios de los 90, Duncan comienza a debilitarse, Premier y 5 estrellas continuaban en una guerra comercial y esta última empresa lanza una calcomanía de holograma que brillaba con la luz del sol, llamada holotrompo. Sin embargo, nuevos empresarios salidos de estas tres empresas dan a conocer los trompos Cometa, con una fuerza increíble con exitoso modelo diamante y el modelo Cobra, que es el trompo que introduce el trompo plástico mexicano en Europa, al grado de tener gran popularidad en España, Hungría y Eslovaquia.

Los modelos más actuales de trompos ya tienen un diseño más pulido, y muchos presentan filos de neopreno para evitar daños e incluso sistemas que evitan enrollar el trompo, como el popular PowerStart. Hoy en día es posible encontrar trompos con luces y otros que producen sonidos musicales al girar. Los nuevos trompos tipo Beyblade o Levitron, le están dando un giro al mercado, que apuesta por la nostalgia del trompo clásico al ser una pieza fundamental de nuestra cultura.