La primera cancha de Juego de Pelota Azteca surge en el FARO Poniente

Juego de Pelota Azteca en Azcapotzalco.

 

Las diferentes versiones del juego de pelota que se han heredado durante siglos, ha hecho complicado que se sigan las mismas reglas, rituales y funciones sociales del juego. Por ejemplo, en la zona de Monte Albán, el juego se desarrolla a nivel del piso de cancha, además de los golpes a la pelota con la cadera, era posible utilizar codos y rodillas para hacer pasar la pelota de un lado a otro. Otras versiones permitían el uso de raquetas o de una manopla y la pelota estaba hecha de un caucho pesado y las dimensiones diferían de un lugar a otro.

Lo que complica aún más los detalles sobre el juego de pelota, es que no se sabe con exactitud cuándo ni dónde se originó. Aunque varias fuentes sugieren que fue a principios del 1400 a. C. en la región de Soconusco, otros dicen que fue en el Istmo de Tehuantepec, a lo largo de la costa del Golfo de México en la tierra de los olmecas. Sin embargo, esto no ha impedido que el juego de pelota se siga practicando en Teotihuacán, Texcoco, en varios lugares más del sur del país, Guatemala y, después de 500 años, en la capital del país.

 

El juego de pelota sigue teniendo diversas connotaciones rituales y el objetivo central es el de mantener la bola siempre en movimiento dentro de la cancha de juego. Si la pelota llega a caer o salir de la cancha, se considera una “mala señal” ya que la pelota simboliza al sol. La pelota en movimiento representa las trayectorias de los astros sagrados: Sol, Luna y Venus. El juego de pelota, hoy en día, además de ser un deporte trata de preservar su sentido ritual-religioso y sus significaciones con Ometéotl, el dios de la dualidad y es un deporte que juega de manera informal para la recreación de niños, mujeres y hombres de todas las edades.

Lo cual es alentador, porque finalmente el juego de pelota se quitó el halo místico y religioso, haciendo posible que más gente se acerque a disfrutar, practicar y entrenar  cotidianamente algo que bien puede ser un deporte nacional. Sobre todo es fascinante ver que hoy en día, el juego de pelota se trata de un espectáculo formal, como cualquier otro deporte, sin sacrificios humanos, sin asuntos brutales, ni lesiones o la muerte que sufrían los jugadores, dice el mito cuando la pelota los golpeaba en la boca del estómago.

 

Hoy en día, Azcapotzalco ha retomado su señorío, y 500 años después ha conseguido acercarnos al juego de pelota el deporte mesoamericano por excelencia, que forma parte de las actividades de las actividades deportivas del Faro Poniente Xochikalli. La cancha se construyó rescatando un terreno baldío y tiradero de cascajo, justo enfrente del metro Rosario. Con un costo de 40 millones de pesos, se rescataron 7 mil 500 metros cuadrados de terreno baldío, basurero y tiradero de cascajo, que ahora se transformó en el Faro Poniente, un centro de artes y oficios que ofrece alternativas educativas y culturales en esa parte de la ciudad, para canalizar la energía juvenil.

Desde la fecha de la apertura de la cancha, se tuvo un registro positivo de más de 20 personas interesadas en practicar este deporte prehispánico, pero se espera que el número aumente. Para la inauguración de la cancha, los equipos Texcoxo y Cemayan Nepanolli dieron una demostración de juego, que se ha convertido en el primer y único espacio para la práctica de este deporte en nuestra ciudad.

Te dejamos el video de la ceremonia, inauguración y reglas del juego de pelota.

FARO Poniente

¿Dónde? Afuera del Metro Rosario. A un costado del Cinemex y frente al metrobus.

¿Cuándo? Lunes a Sábado 10:00 a 18:00 hrs

Entrada Libre