Arquitectos que transformaron la estética de nuestra ciudad.
. . .
La arquitectura del siglo XX dio un giro radical, cuando comenzó a romper lazos con diseños arquitectónicos anteriores reafirmando la idea de comenzar de cero las intervenciones del espacio arquitectónico, con un increíble creatividad. Además, se hizo evidente el énfasis en una interpretación política y social, que se alejara de los vínculos arquitectónicos de tradiciones anteriores.
La situación creada por la revolución industrial, generó multiplicidad de nuevos temas edilicios. En el siglo XIX, la iglesia y el palacio perdieron su importancia como temas principales y fueron reemplazados, por el monumento, el museo, la vivienda, el teatro, el palacio de exposiciones, y el edificio para oficinas. Estos temas indican el surgimiento de una nueva forma de vida basada en nuevos significados existenciales.
Las edificaciones modernistas representaron los valores económicos de la nueva sociedad capitalista, y la fuerza de producción era evidente en sus edificios destinados a ser fábricas, oficinas y viviendas. De hecho, la arquitectura se comenzó a diseñar para ser rentable y eficiente, con lo que se disminuyeron los patios optimizando lo económico.
Así, pues, la Arquitectura Moderna se refirió a los diseños que comienzan desde el Art Nouveau y las propuestas hasta la década de los años 60 del siglo XX. Todo el Movimiento Moderno hace una apuesta a favor de determinadas corrientes y tendencias en gran medida relacionadas con las vanguardias artísticas. Los materiales tradicionales, piedra, los ladrillos, la madera, se trabajaron de modo rentable distribuyéndolos de forma más práctica añadiendo nuevos materiales, como hierro colado, el vidrio y cemento.
En México, el arquitecto Luis Barragán introdujo un estilo que no estaba allí, combinando el patrimonio visual mexicano con formas abstractas modernas. La casa de Luis Barragán, que ahora es museo privado y patrimonio de la humanidad, es un ejemplo del modernismo lleno de intrincados detalles de diseño, obras de arte y sorprendentes espacios al aire libre. Su presencia se siente en cada rincón, desde las botas de cuero almacenadas prolijamente en su armario hasta las extrañas bolas de cristal en el desván de su sala de estar.
Los contemporáneos de Barragán también participaron en los desarrollos modernos de México, y en MXCity traemos un revisión del sorprendente trabajo de 7 arquitectos mexicanos.
Felix Candela
Este arquitecto nació y se crió en España, obtuvo la nacionalidad mexicana mucho tiempo después de graduarse de la escuela de arquitectura en Madrid en 1935. Candela participó en la Guerra civil española, fue encarcelado igual que miles de soldados que lucharon contra Franco; y al ser liberado se le permitió salir del país con un boleto de ida hacía la Ciudad de México. Candela introdujo técnicas geométricas que se convirtieron en componentes fundamentales del modernismo en todo el mundo.
Pedro Ramírez Vázquez
Pedro Ramírez tiene un estilo modernista tardío, y es mejor conocido por su mezcla única de modernismo con motivos precolombinos, visible en su extraordinario proyecto del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, de la Basílica de Guadalupe y el Centro Cultural de Tijuana. Ramírez fue el encargado de diseñar los pabellones de México para las Ferias Mundiales de 1958, 1962 y 1964. Más tarde, se desempeñó como presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de 1968 en México, un evento visualmente magnífico con un gran impacto arquitectónico.
Juan O’ Gorman
Aunque no es una figura muy conocida fuera de México, Juan O’Gorman re diseñó el modernismo a mediados de siglo. El estilo funcionalista de O’ Gorman lo hizo un artista radical. La mezcla de la cultura mural con el racionalismo lo hizo un artista que se atrevió a hablar de la historia no deseada en México, a través de la narración entre arte y arquitectura. La Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, sigue siendo un ícono de la modernista Ciudad de México.
Mario Pani
Mario Pani es el heredero de una familia de políticos importantes, desarrolladores y otros funcionarios de alto rango, y este arquitecto fue una figura importante en muchos de los proyectos modernos de arquitectura y desarrollo urbano de México. Se le atribuye la planificación del primer condominio del país, el primer edificio de un hotel internacional e incluso el primer satélite de la ciudad de México.
Enrique del Moral
Del Moral es un gran planificador de edificios públicos y proyectos privados; es uno de los arquitectos más activos de mediados de siglo con más de 100 proyectos construidos. Probablemente mejor conocido por su contribución dominante al gran plan de la UNAM, Del Moral también participó en el diseño de muchos de los edificios modernos de Acapulco, un área de resorts en la ciudad occidental que era un retiro exclusivo de Hollywood.
Agustín Hernández
Este escultor-arquitecto es bastante conocido por sus piezas de hormigón, es uno de los únicos participantes que aún viven en la modernidad arquitectónica de México. Hernández podría ser categorizado como un brutalista debido a su gran énfasis en la forma y la geometría a través del concreto. El edificio de su propia oficina en la Ciudad de México todavía es influyente hoy. Sus creaciones fueron más positivamente consideradas en su juventud.
Ricardo Legorreta
Legorreta es un seguidor directo del legado de Luis Barragán. Fue colorista y maestro de la forma y la composición. Activo en México y en el sur de los Estados Unidos, recibió premios como la medalla de oro AIA y el japonés Premium Imperiale. Después de trabajar con José Villagrán García, Legoretta estableció su propia firma en 1963. Uno de sus proyectos más conocidos y aún más glamurosos es el Hotel Camino Real, un mashup de formas modernistas con colores postmodernos, decoraciones y un acabado de lujo.