Los Beatles en la CDMX.
En los últimos años han salido a la luz dos datos interesantes sobre los Beatles; para muchos la banda más importante del planeta, para otros, el antecedente de las Boy band. Personalmente me importa poco si son los mejores creadores del mundo o si les hicieron falta movimientos coordinados. Los Beatles siempre tienen una canción que me reconforta cuando lo necesito y eso me basta para seguirlos escuchando, disfrutar y cantar sus canciones, muy a pesar de las consideraciones que los demás tienen sobre este grupo.
El primer dato: es la revelación de las consecuencias de los 50 años el lanzamiento del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles: la Ciudad de México es el lugar donde más se escucha al Sargento Pimienta; y más de la mitad de los escuchas son menores de 40 años, 61% son hombres, 39% mujeres. Eso se puede traducir, de la manera más coloquial posible, en que chavos y chavorucos escuchamos a los Beatles y, que quizá eso será la única herencia de los Millenniales que no desagradará a las generaciones de la vieja escuela –espero.
Otro dato, poco más atrasado, es que en una subasta se vendieron 2 fotografías inéditas de los Beatles, además de 4 hojas donde plasmaron sus autógrafos los miembros del grupo, que provocaron mucha controversia y dejaron ver por qué los Beatles no tocaron en la Ciudad. Pero primero, hay que mencionar a las fotos que trajeron muchas críticas, ya que se alegó que los Beatles nunca estuvieron en México, y que jamás se dio un concierto en la ciudad. De hecho, Javier López Morton, el dueño de la subastadora, no sabe la fecha exacta ni el lugar en donde fueron tomadas las imágenes: “Lo único que sabemos”, dijo, “es que la visita se realizó en la bodega de un hotel. Suponemos que fue después de 1970”.
Para los fanáticos de hueso colorado esto trajo sospechas, ya que de haber existido un evento de esa magnitud en la Ciudad de México, existirían millones de comentarios, detalles, crónicas, fotos, tal vez películas de los que asistieron a este evento privado y secreto, además de sectas y religiones dedicadas a abusar de presumir su asistencia al concierto; entre muchas otras cosas que hicieran evidente la visita de los Beatles a la ciudad. Pero incluso Mario Hernández, el representante de la casa disquera de los Beatles en México, EMI Music, aseguró que el grupo nunca visitó México.
Así que no era posible subastar dos fotografías, una en rueda de prensa en un hotel del Distrito Federal, ya que nunca habían pisado México antes del 70, según la Casa Morton. Así que las fotos, como todo lo desconocido, trajeron consigo una varias teorías incluyendo la clásica conspirativa: las fotos fueron alteradaa por la casa subastadora, a la que tacharon de “criminal” por intentar vender una imagen evidencias suficientes para evadir todo fraude de las fotos y los autógrafos.
Algunos periodistas analizaron la foto y dijeron que había sido “una burla”, sobre todo por la fotografía (de arriba) donde sale una señora con delantal, (porque para ir a un concierto de los Beatles, o al menos para verlos pasar hay que usar un vestido de noche) que los periodistas no eran mexicanos, que los policías estaban trucados y que no había datos duros en los periódicos sobre una visita de los Beatles en México, menos después de 1970. Algunos otros abrieron la posibilidad de que la visita fuera antes del 70, para que las fotografías tuvieran sentido, pero aún así, era muy complicado asegurar los detalles sobre las fotos y más aún, sobre un supuesto concierto de los Beatles en México.
Otra teoría especulaba un concierto exclusivo para la fiesta de un político, o alguna “alteza” similar de aquellas épocas. La opinión más sensata del suceso, fue la que dio Manuel Guerrero, locutor de Radio Universal 88,1 explicando que en agosto de 1965, los Beatles estaban programados para tocar en México, pero un tal Ernesto Uruchurtu declaró que la banda era un mal ejemplo para la juventud, y que el país no estaba preparado para ese tipo de eventos. De hecho, Manuel Guerrero afirma, “lo cual, desafortunadamente, era cierto.”
A Ernesto Uruchurtu se le conoció como “Regente de Hierro”, emprendió una campaña denominada La Cruzada de la Decencia Teatral con el objetivo de “adecentar” los espectáculos. El escritor Luis Spota fue encargado de recorrer los teatros para supervisar la calidad moral de las puestas en escena que salieran del manual de buenas costumbres.
Las tácticas que se utilizaban para la censura eran, mandar cambiar el nombre o numeración de una calle para violar un amparo que protegía un determinado inmueble; ordenaba abrir zanjas para bloquear el acceso a comercios que entablaban demandas para no plegarse a sus disposiciones; enviaba espías a los restaurantes para inducir a sus dueños a violar las normas del gobierno capitalino a fin de poner a prueba su obediencia.
En esas fechas, el gobierno de Ernesto Uruchurtu mandó cerrar cabarets, cantinas, prostíbulos y centros de vedettes, pero también censuró de manera definitiva las actividades de artistas, actores, directores, lo que incluyó la visita de los Beatles al a ciudad en el Estadio Azul. Solo la estación de Radio “La Pantera” y “Radio Éxitos” tocaban canciones de los Beatles, pero el “regente de hierro” tenía advertidos a los dueños de varios centros de espectáculos, que “Ni de chiste contratarán a esos músicos de pelos largos”.
En gobernación fueron creados los documentos donde se expresaba que la ciudad no estaba preparada para un evento de tal magnitud, aunque se preparaban los Juegos Olímpicos de 1968 -aunque no creo que se hayan hecho públicos y menos que existan. Se cuenta que el odio que Uruchurtu tenía contra el Rock, se debe al “Rey del Rock & Roll”, Elvis Presley, ya que una vez le ofreció un cheque el blanco para que cantara en los quince años de la hija de un amigo magnate, pero el cheque no convenció a Presley que lo regresó integro a Uruchurtu.
Como sea, años después de aquel mítico suceso, los Beatles se tomaran una foto con la bandera de México, de donde es posible que hayan salido las fotos de la subasta, que aludieran al país en la portada del Sargento Pimienta. George Harrison vacacionó en Acapulco, Paul McCartney en Puerto Vallarta, Ringo Starr llegó a los Estudios Churubusco para filmar El Cavernícola (1981) Y no, los Beatles no fumaron cosas alucinógenas en Oaxaca con María Sabina.
50 años del después del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, se siguen pasando 10 horas semanales de Beatles en la radio, hay un enorme grupo de fans menores de 40 años, y “El club de los Beatles” y “La hora de los Beatles” son los programas más alto rating radiofónico en México.