El Arte de Huicholes y Raramuris.
Los tarahumaras se llaman a sí mismos rarámuris: corredores a pie. Para ellos correr es sinónimo de vida, es un ritual. El actual estado de Chihuahua era ocupado por varios pueblos que ocupaban el territorio que recorre la estribación este de la sierra Tarahumara: los tubares, los tobosos, los cocoyomes, los joyas, los conchos, los guazapares, los chinipas, los tarahumaras, los salineros y los pimas.
A pesar de que los tarahumaras han formado parte de nuestro país, se tiene poca información acerca de su cultura y forma de vida. Al parecer, su organización se fundaba en el parentesco basado en relaciones recíprocas y contaban con un cacique o “principal”. Se supone que estos caciques gobernaban una o varias rancherías, pero no existía un gobierno unificado para toda la nación rarámuri. Eran agricultores, sembraban principalmente maíz y frijol, actividad que complementaban con la caza y la recolección.
Al igual que los tarahumaras, los huicholes se hacen llaman wixárikas o wixáricas. Son un grupo mayoritario en Nayarit, Jalisco y partes de Durango y Zacatecas, en la Sierra Madre Occidental. Los wixáricas hablan una lengua del grupo corachol que está cercanamente emparentada con el grupo nahua (aztecoide). Además, han recibido influencias mesoamericanas, lo cual se refleja en el hecho de que el huichol tiene rasgos típicos del área lingüística mesoamericana.
Lo que ambos grupos tienen en común, es que tienen una forma de arte sublime, que transita a través de historias y tradiciones que nos remiten a los orígenes y cosmovisión de los pueblos plasmando sus mitos y leyendas, así como los paisajes coloridos del territorio huichol y de la sierra tarahumara. Entre estas comunidades, se ha creído que si no se respetan las leyes de la naturaleza, el cielo se caerá sobre el mundo.
Los artistas huicholes y raramuris, plasman historias y tradiciones que nos remiten a los orígenes y cosmovisión de los pueblos, recorriendo el tiempo, la luz, el presente y lo olvidado. Con sus trazos se plasman los recuerdos de estos sobrevivientes de la conquista espiritual y al exterminio, los huicholes y rarmuris son el sedimento de la más pura raza indígena. Son depositarios de tradiciones respecto de su origen, mismas que han logrado preservar a lo largo de los siglos.
Estas comunidads siguen adorando a sus viejos dioses, a su sagrado y poderoso peyote: dios sol, dios venado, dios maíz; padre y señor de todos los signos, alucinaciones y engendrador de la vida y de la muerte. Los huicholes han sido por generaciones grandes bordadores, grandes chamanes y contadores de mitos.
En el Museo de Arte Popular es posible ver la muestra Huicholes y Raramuris del pintor Florencio Zavala, que con 18 cuadros al óleo, nos narra el colorido, mítico e historíco-tradicional de nuestras comunidades ancestrales, donde plasma formas y figuras que en la tierra no se observan de manera cotidiana.
La exposición Huicholes y Rarámuris esta a cargo el artísta visual Florencio Zavala, un artista que ha trabajado el tema de grupos originarios desde hace mucho tiempo. Más que hacer una interpretación, él busca entender a estos pueblos, en especial a los rarámuris (tarahumaras) y huicholes (wixáricas), pues no sólo son parte de nuestra herencia, sino que tienen un enorme valor porque saben sobrevivir y conservar sus tradiciones, y forman parte del rostro de México.
Exposición Huicholes y Raramuris.
¿Dónde? Museo de Arte Popular . Calle Revillagigedo #11 Colonia Centro, CP 06050, Cuauhtémoc, CDMX.
¿Cuándo? Hasta 12 Agosto 2018
Martes Horario: 10:00 a 18:00 horas
Miércoles Horario: 10:00 a 21:00 horas
Jueves a domingo Horario: 10:00 a 18:00 horas
¿Cuánto? $60.00