Lucha Libre Mexicana: Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México

La Lucha libre es patrimonio cultural.

 

La lucha libre “mexicana” es única por varias razones. Es nuestra versión de la lucha estilo libre u olímpica; posee una variedad de estilos de llaveo a ras de lona y aéreo creados en el país y tiene diferentes técnicas luchísticas, de acrobacias, reglas y un folklore propio; que desde hace mucho tiempo la han convertido en una lucha autentica y llena de genios indiscutibles que con el tiempo se han hecho personajes míticos de nuestra cultura popular.

El todo el mundo y sin importar el idioma, el estilo de la lucha libre mexicana se le conoce por su nombre en castellano: Lucha Libre. En México también se le denomina pancracio. Esta increíble mezcla de deporte y teatro, es un espectáculo desestresante, a veces cómico, pero casi siempre peligroso, tenso y emocionante.

Las máscaras son el sello indiscutible de la lucha libre mexicana, que al estilo de los súper héroes, ocultan su verdadera identidad para crear un alter-ego con una personalidad especial. Por todo el mundo se reconce a El Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez, El Solitario, Black Shadow, Mil Máscaras, Rayo de Jalisco, Tinieblas, Super Muñeco, Cavernario Galindo, Solar, Atlantis, Super Astro, Lizmark, Blue Panther, sólo por mencionar a algunos de mis favoritos.

Hoy en día, la Lucha Libre se ha convertido en una expresión de identidad de la cultura popular de la CDMX, una tradición en esta urbe. La declaratoria se firmó el sábado 21 de julio del 2018, donde se calificó esta práctica como un producto cultural que se expresa y recrea en la capital, en el que se articulan elementos materiales e inmateriales donde es posible reflejar un juego, magia, un teatro de la vida con personajes fabulosos dotados de fuerza física.

La declaratoria se sustenta en las disposiciones internacionales aplicables en materia de patrimonio cultural intangible aprobadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que establece el uso, representación, expresión, conocimiento y técnica de la Lucha Libre como parte integrante de su patrimonio cultural.

Al término del acto oficial, se llevó a cabo en el Zócalo capitalino una jornada de actividades artístico-culturales para celebrar la declaratoria. Un numeroso público asistió a una función de lucha libre, toma de fotografías con luchadores y luchadoras, clases y talleres sobre lucha libre para niñas y niños, exhibición de danzón y baile con sonideros y grupo invitado.

El Decreto que declaró a la Lucha Libre como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México se llevó a cabo gracias a la iniciativa de Roberto López Suárez “El Fantasma”, presidente de la Comisión de Lucha Libre Profesional de la CDMX, y más tarde por el Consejo de Fomento y Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura, donde el escritor Juan Villoro subrayó que la lucha libre ha sido tan importante en la cultura que su legado puede ser visible en el cine mexicano.

Por medio del decreto se reconoce que los conocimientos, creencias, prácticas, técnicas, sistemas de representación y transmisión, relacionados con el deporte del pancracio, son expresiones culturales de la capital, que involucra a luchadores, historiadores, cronistas, réferis y a las familias que acompañan día con día a quienes han construido esta gran historia que se ha ido formando como un espectáculo cultural; como destaca el cronista de lucha libre, Jorge Gómez Garnica, quien recordó que en 1922 se llevó a cabo la primera lucha por un campeonato profesional en la ciudad.

La Lucha Libre Mexicana ha logrado detonar todo un movimiento cultural multifacético, expresado en ensayos, crónicas, narrativa popular, canciones, estudios de ciencias sociales, tesis, artículos, documentales, películas, radionovelas, programas de televisión, revistas, pintura, escultura, fotografía, grabado, incluso en la mitología tardía del cómic que, en conjunto, contribuyeron a la configuración de una memoria colectiva.

La declaratoria también establece que el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, en coordinación con las autoridades competentes, conformará la Comisión de Patrimonio Cultural Intangible de la Lucha Libre Mexicana; cuyas funciones serán de salvaguarda a corto, mediano y largo plazo, de investigación, conservación, fomento y difusión de los valores culturales de este deporte, a fin de promoverlo también como atractivo turístico-cultural.