El fantástico ballet de la bella durmiente llega a Bellas Artes

La bella durmiente en Bellas Artes.

 

La bella durmiente del bosque es un cuento de hadas nacido de la tradición oral. Como muchas otras historias fantásticas, existen muchas versiones de los cuentos, algunas  más difundidas que otras. Entre las versiones de este cuento popular, se encuentra  Sol, Luna y Talía, del italiano Giambattista Basile (Pentamerón, 1634),​ La bella del bosque durmiente, del francés Charles Perrault, quizá una de las más populares que viene en Los cuentos de mamá gansa, escritos en 1697.

Sin duda la versión más reconocida es Rosita de Espino o La Bella durmiente del bosque,​ de los alemanes Jacob y Wilhelm Grimm, que viene en los Cuentos para la infancia y el hogar, es del siglo XIX (1812) y es la que se basó Walt Disney para crear su famosa Bella Durmiente, con el tremendo éxito de la versión cinematográfica de 1959, que contribuyó a popularizar la historia a nivel mundial.​

En todas las versiones hay algo en común: la princesa de un reinado cumple un año de edad, y es invitada a un festejo en honor de la niña a siete hadas que, mediante encantamientos, le otorgan dones positivos. Pero entonces, irrumpe La Reina Malvada de un país vecino, a la que no pudieron invitar porque no había platos suficientes, y esta, ofendida, sentencia que el día que la princesa cumpla dieciséis años se pinchará un dedo con el huso de una rueca y morirá.

No obstante, una de las hadas invitadas que todavía no había otorgado su don a la princesa, mitiga la maldición de La Malvada Reina de manera que, cuando la princesa cumpla dieciséis años, se pinchará el dedo con un huso pero, en vez de morir, dormirá un siglo.

El rey prohíbe todos los husos y ruecas de hilar en su reino, y los manda quemar todos en una gran hoguera, pero todo es en vano: años más tarde, al cumplir la edad indicada, la princesa, curioseando en una torre del castillo, encuentra una anciana que hila con un huso. La muchacha lo toma, se pincha el dedo y cae dormida. El sueño se expande a todos los habitantes del castillo, y este queda cubierto bajo una espesa vegetación.

Cien años después un príncipe escucha la historia de la bella durmiente y se dirige al castillo con intención de despertarla. Cuando llega al castillo encuentra a la princesa dormida y queda cautivado por su belleza. Una vez casados los dos jóvenes, el príncipe vuelve a su reino. Allí no revela a sus padres lo sucedido con la princesa, pues teme que su madre, de quien se dice que es en parte ogresa, atente contra su esposa y los hijos que eventualmente tendrá con ella. Estos finalmente son dos: una niña a la que llaman Aurora, y un niño al que llaman Día.

Cuando el rey muere, el príncipe hereda la corona y trae al reino a su esposa e hijos. Allí son bien recibidos por todos, menos por la reina madre. Así, un día el rey debe ausentarse y su familia se queda en el palacio. Entonces, la reina madre ordena al cocinero matar a Aurora y cocinarla para comérsela. Pero el cocinero hace que su esposa oculte a la niña, y en vez de a Aurora cocina un cordero, que la reina madre come convencida de que es su propia nieta.

Lo mismo se repite con el príncipe Día y con la reina consorte (quien antes fue la bella durmiente): todos se esconden de la ogresa en casa del cocinero. Sin embargo, la ogresa pasa cerca de la casa y oye la risa de los niños y, percatada del engaño, ordena disponer una gran olla y meter en ella serpientes, sapos y todo tipo de criaturas asquerosas y letales para meter allí a la reina, al cocinero, a su esposa y a los niños. Cuando se dispone a ejecutar esta sentencia, llega el rey y, al verlo, la ogresa se lanza a la olla y es devorada por todas las alimañas que hay dentro. Finalmente, el rey libera a su esposa e hijos y al cocinero y su mujer, condecora a estos últimos por proteger a su familia y todos viven felices para siempre.

El ballet de esta fantástica y hermosa historia, La Bella Durmiente del bosque, llega a Bellas Artes. El coreógrafo Mario Galizzi y la Compañía Nacional de Danza regresa al escenario con otro clásico de Tchaikovsky, un espectáculo basado en la coreografía original de Marius Petipa que guarda la estructura clásica del ballet dividida en un prólogo y tres actos.

Esta composición fue creada por Piotr Ilich Chaikovski en 1889 y es el segundo ballet que hizo, justo después de El Lago de los Cisnes y a diferencia de este la primera representación de La Bella Durmiente del bosque recibió muy buenas críticas. La Compañía Nacional de Danza es el sello de distinción de este hermoso ballet.

La Bella Durmiente del bosque en Bellas Artes

¿Dónde? Palacio de Bellas Artes (Av. Juárez, Centro Histórico)

¿Cuándo? del 21 al 28 de octubre,

¿Cuánto? $125 a $830

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