Fotos inquietantes del culto a la Santa Muerte

Culto al margen del sistema.

 

Hacia principios del milenio, la Iglesia Católica Tradicional Mexicana-Americana, una iglesia católica cismática independiente con más de 3 millones de seguidores, tuvo su registro ante la secretaría de gobernación, como cualquier otro culto religioso. Esta Iglesia estuvo activa en algunas regiones fronterizas de los Estados Unidos y México, y tuvo presencia particular entre las comunidades de inmigrantes mexicanos en las principales ciudades de los Estados Unidos.

Como muchas iglesias, esta Iglesia Católica tradicional ofrece servicios religiosos todos los domingos, y se caracteriza rendir tributo igual que los rituales católicos romanos que dan bautismos, santa comuniones, confirmaciones, bodas, exorcismos y oraciones, pero es independiente de lo que digan los católicos, sus escrituras y su fe, ya que ellos le rezan a la Santa Muerte.

 

 

David Romo Guillén ha sido el autoproclamado Arzobispo y Primado de la Iglesia desde 1993; un exmilitar que actualmente cumple condena por secuestro en una prisión de la CDMX, quien además es sospechoso de asesinar a Jhonatan Legaria Vargas, alias “el comandante pantera” con quien se disputada el liderazgo del culto a la Santa Muerte.


Se cree, que detrás de esta fe se esconde un negocio entre la limosna de los fieles y la venta de drogas, armas, y otros negocios ilícitos no demostrados, relacionados con el culto a la Santa Muerte. Los católicos pertenecientes a la Iglesia Romana najo el auspicio de la sede en Roma, afirman que se debe rezar a la Santa Muerte, la Muerte no es persona, sino un estado o etapa de la vida del mismo modo que no se le reza al “Santo Nacimiento, al Santo Cumpleaños, o a la Santa Enfermedad.”

 

 

No obstante, la iglesia de la Santa Muerte sostiene un sacerdocio de hombres, están abiertos a los homosexuales en los fieles, son conservadores sobre el aborto, no practican el celibato clerical, permiten los anticonceptivos y no requieren castidad antes del matrimonio. Rechazan la infalibilidad papal, la Inmaculada Concepción y la Asunción de la Virgen María.

Debido a la conexión entre Santa Muerte y el narcotráfico en México, desde el 2006 el gobierno mexicano ha dictaminado que la Iglesia no puede cumplir con los requisitos para ser una religión y eliminó a la Iglesia de la lista de religiones oficialmente reconocidas. Como sea, la Iglesia de la Santa Muerte, con sede en el barrio bravo de Tepito, puede adorar y operar legalmente sin el reconocimiento del gobierno.

 

 

Los días martes de cada mes el barrio de Tepito, distintas cárceles de la ciudad, y algunos otros barrios marginales de la CDMX, celebran a la Santa Muerte. Se cree que fue Doña Queta la seguidora más antigua de esta figura, y la primera persona quien puso un altar en Tepito en la calle 12, entre Mineros y Panaderos; justo ahí donde se dan cita miles de personas que cargan imágenes de la Santa Muerte.

Sus seguidores le llevan whisky, tequila, dinero, dulces, joyería armas, drogas... para que sus peticiones resuenen se oyen en los oídos de la Santa Muerte. Son los rosarios, cadenas, anillos, tatuajes con su imagen, algunos de los objetos que marcan y distinguen a los seguidores de la muerte. Los niños también hacen fila para llegar al altar y pedirle cosas. Los devotos llegan con velas de diferente color.

Aquí te dejamos unas fotos de este inquietante culto.