Ronin busca exponer el arte de dos mundos.
Según el bushido, el código ético del samurái, un samurái tendría que cometer seppuku o harakiri un suicidio ritual, en caso de que pierda a su amo. Quien no respetaba el código se convertía en un samurái que se cuidaba por cuenta propia y estaba destinado a sufrir vergüenzas, se convertía en Ronin. La mayoría de los samuráis veían indeseable tener el estatus de Ronin, ya que en la antigüedad eran juzgados y discriminados por otros samuráis, y sobre todo los señores feudales.
Los ronin llevaban dos espadas y usaban gran variedad de armas. Algunos ronin, los que carecían de dinero, llevaban arcos (bō, jō o yumi) y la mayoría de las armas reflejaban el ryu, es decir, la escuela de artes marciales de donde procedían si habían sido estudiantes.
Muchos ronin eran conocidos por ser delincuentes, bandidos o bandoleros. Algunos de ellos se unieron al crimen organizado en los pueblos y ciudades. Algunos eran contratados como mercenarios para hacer un trabajo rápido y eficaz. Este segmento criminal dio al nombre de ronin una reputación de deshonra, dándole una imagen de matones, asesinos y vagabundos
El hijo o hija de un ronin también era ronin, siempre que no renunciara a su estatus. A menudo el hijo del ronin soñaba demostrar su valía para poder jurar lealtad con un clan, convirtiéndose así en un verdadero y auténtico samurái. Pero esto era infrecuente y reservado a los más talentosos. Más a menudo los ronin eran enviados en ciertas misiones con la promesa de la admisión, para luego negársela basándose en algún tecnicismo.
La Galería Gama se ha posicionado como un espacio de arte alternativo enfocado en impulsar a artistas jóvenes latinoamericanos, especializados en la ilustración, street art, tatuaje y pintura, que buscan acercar el arte a más personas. Como un ronin, la valentía de un ilustrador es la de trabajar arduamente de manera individual, defendiendo con sus herramientas el deseo de vivir del arte antes de cometer suicidio uniéndose modelos preestablecidos del éxito.
Esta vez, esta galería hace público el trabajo de artistas que han sacado sus obras a espacios públicos, para llenarlos de color y trazos que transmiten distintos mensajes, y que inspiran a otros jóvenes a hacer lo mismo. Ronin es una exposición integrada por tres artistas reconocidos: Jilipollo, Pésimo y Kenta Torii.
La ilustración del mexicano Javier Medellín Puyou, ‘Jilipollo’, retrata a un guerrero Samurai a punto de atravesar un precipicio que simboliza la última prueba para poder alcanzar la gloria, aquello que deseamos acariciar. El guerrero le da la espalda a un campo de espinas: todas las pruebas que atravesó y que en lugar de malherirlo, le dieron el poder necesario para enfrentarse a lo siguiente. El horizonte es esperanzador, cálido y tranquilo, es el lugar al que queremos llegar, pero que sólo se nos presentará cuando superemos cualquier reto o adversidad que tengamos enfrente con valentía, honor y fuerza.
El artista visual japonés Kenta Torii, vive en México desde 2005, comparte un mensaje para los soñadores, el Salmadragon: 5 ojos para avanzar con distintas formas de ver el mundo y tomar diferentes perspectivas. Las 6 orejas quieren decir que hay que estar alerta todo el tiempo para ser un experto en el terreno.
Por último estarán las piezas del artista urbano de origen peruano-japonés, Pésimo, que presentará La meditación del guerrero, que en la incertidumbre del camino conecta con su universo interior para invocar la energía creadora que fluye dentro de él y le es dada para transmutar las situaciones adversas. La cabeza inclinada hacia abajo es una señal de humildad, en este caso hacía alguna situación de dificultad que se presenta como un maestro ante el guerrero.
Ronin exposición colectiva
¿Dónde? Galería Gama (Comitán 10, Hipódromo Condesa)
¿Cuándo? 8 de noviembre al 6 de diciembre
Entrada Libre