El pequeño y fantástico museo de títeres Alfín Rosete Aranda

El museo Alfín Rosete Aranda es un universo de cuerdas.

 

En la carpa del México posrevolucionario se representaba la historia de México, las artes populares gozaban de cierta autonomíay los “pelados”  conformaban grandes sectores de nuestra población, que al mismo tiempo era actores de lo social, lo político y lo cultural donde los títeres jugaban un rol importante, porque eran la representación de algún líder o revolucionario que sin paternalismo y abiertamente criticaban el gobierno en turno como si se tratara de una crítica social.

A finales del siglo XX, los Rosete y Espinal guardaron los títeres de hilos y apareció en la escena otro movimiento renovador como lo es el teatro guiñol de Julián Gumi, el Teatro del Periquillo y la Casa del estudiante indígena que participaron en la historia educativa del país abriendo la brecha para el nacimiento de la época del teatro guiñol en México. Todos ellos contribuyeron a la búsqueda de una verdadera identidad nacional.

 

 

A su vez, en algunos estados se fortaleció el trabajo de titiriteros que trabajaron en carpas como “Eleno Flores, con su salón de títeres” en Aguascalientes, “El circo Hermanos Domínguez” en Pachuca, “Títeres Herrera” en Morelos, “Pinito” en Guadalajara y la “Familia Morales” en la ciudad de Zimatlán, Oaxaca, todos ellos titiriteros trashumantes que instalaron sus carpas en plazas, cerros o pueblos.

En 1932 se crea el Teatro Guiñol de Bellas Artes con los grupos Comino, Nahual y Periquito que realizaron una función didáctica y pedagógica en misiones culturales donde se mezclaron los conocimientos y las tendencias artísticas e ideológicas de la nueva sociedad mexicana.

 

 

De estos promotores o seguidores del Teatro Guiñol de Bellas Artes destaca el trabajo de Gilberto Ramírez Alvarado “Don Ferruco” en la ciudad de México, Juvenal Fernández en Guerrero, el Teatro Petul, en Chiapas, y Don Pedro Carreón en Sinaloa, quienes destacaron por la amplia labor didáctica en escuelas, mercados y plazas públicas. Con estos nuevos proyectos y creadores escénicos, el teatro de títeres tomó un nuevo respiro dando paso a actividades enfocadas a fortalecer las campañas educativas y sociales promovidas por la SEP e instituciones culturales como el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Los hermanos Rosete Aranda, Carlos V. Espinal e hijos, son marionetistas mexicanos provenientes de Huamantla, Tlaxcala, quienes soñaban con un recinto especial en la Ciudad de México en donde se resguardaran sus títeres de madera con ojos de vidrio, mismos que fueron restaurados y caracterizados por el Maestro Alfín.

 

 

En 2010 se inauguró el Centro Cultural Alfín Rosete Aranda, con el objetivo de conservar viva la tradición de los títeres-titiriteros y extenderle al público en general la oportunidad de conocer y ejercer el oficio de los marionetistas. Los títeres se encuentran en vitrinas especiales para alejarlas del polvo, se encuentran marionetas de famosas óperas, héroes patrios, ídolos prehispánicos y personajes de la Literatura Universal.

En los albores del 2019, Sor Juana Inés de la Cruz, Pinocho, Frida Kahlo, el poeta Nezahualcóyotl, Benito Juárez, el indígena Juan Diego y Vincent van Gogh con sus girasoles amarillos son algunos de los personajes que residen en una casa particular: el Museo de Marionetas Alfín.

 

 

Héctor Mendoza Heinze dirige ese recinto con la encomienda de preservar la tradición de titiriteros de los hermanos Rosete Aranda, Carlos V. Espinal e hijos, provenientes de Huamantla, Tlaxcala. ‘‘Es un privilegio ser titiritero, una tradición que se aprende”, refiere sobre una labor que, añade, se desarrolla con amor.

Con formación en lengua y literatura hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, Mendoza fue alumno de Alfredo Mejía Barón (1948-2006) y parte de su compañía desde 1992. Heredera de los personajes construidos por grandes maestros del arte titiritero y restaurados por Alberto Mejía Barón Alfín, esa casa de cultura exhibe siete piezas originales con rostros de madera de dulces expresiones, objetos antiguos de Rosete Aranda.

 

 

Mendoza Heinze ha continuado con la creación de nuevas marionetas, algunas de personajes históricos, otras de cuentos fantásticos, así como con arquetipos contemporáneos. Varios de estos seres aguardan la llegada de los niños para que éstos se hagan cargo de los hilos y les den vida, escriban sus historias para generar el gusto por los títeres.

En la casa residen casi 120 marionetas en una exhibición permanente. En el callejón, a una cuadra de la avenida Revolución, no se adivinaría la presencia del peculiar hogar de los seres en miniatura con ánimas propias. Apenas un letrero anuncia el lugar, así como las campanas hacen saber la presencia de la iglesia en la esquina, dedicada a Nuestra Señora de la Candelaria.

 

 

El museo es un teatrino techado diseñado con telas de Marruecos y con capacidad para 30 personas, donde se presentan funciones permanentes de marionetas con duración de 35 minutos en diferentes horarios. Además hay un jardín donde posan coloridas sillas para presenciar la obra en el pequeño escenario, acorde al tamaño de los protagonistas y el público especializado en vivencias fantásticas.

Junto con María Isabel Benet, de la compañía De la Tinta a la Voz, Héctor Mendoza Heinze ha iniciado la creación de obras que integran a actores, música y títeres en las propuestas teatrales, además de que planean ofrecer clases magistrales de arte dramático en 2019.

 

 

La variedad de historias y números enriquece el espectáculo: se inicia con la presentación de Alfín La Maya, una marioneta de una princesa llamada Zazil; después continúa con Pinocho y el Hada Azul, en el que destaca un breve diálogo juguetón con el público y la canción del “Hada Azul”.

Asimismo se presenta Romeo & Julieta en Piccolo, breve adaptación del clásico de Shakespeare, y El Fantasma de Cri-Cri, con una marioneta de “Títeres Eco Cristales”. El final está a cargo del show de Jade, una marioneta de bailarina árabe de Griselda Coss Soto.

Antes de irse, los niños pueden pasar al teatro para jugar con algunos de los títeres. También los invitan a dibujar y pintar en un pequeño jardín con una fuente.

 

 

Museo de Marionetas Alfín Rosete Aranda

¿Dónde? Julio Ruelas 20-22, San José Insurgentes, 03900 Ciudad de México, CDMX

¿Cuándo? Dom 11am-6pm

¿Cuánto? $100

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