La Torre Latino prepara un espectacular mirador de cristal y otras atracciones

En los próximos meses del presente año y a mediados de 2019 se espera tener listos dos sitios de realidad virtual en los pisos 37 y 43 del rascacielos.

 

Por definición, la Torre Latinoamericana es un rascacielos. Se ubica en la esquina donde se juntan las calles de Francisco I. Madero y Eje Central, en el corazón de la Ciudad de México.

Este edificio del Centro Histórico mide 181.33 metros y cuenta con 44 pisos. Desde su construcción hasta 1972, fue el rascacielos más alto del mundo fuera de Estados Unidos. Por otro lado, se inauguró como el primer y más grande edificio con fachada de cristal y aluminio. Su ubicación, la cual está en una zona sísmica, sirvió de ejemplo para la cimentación y construcción de otros edificios alrededor del mundo.

Es su historia lo que ha convertido a la Torre Latinoamericana en uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México. Por este motivo hoy queremos hacer un recorrido por los momentos claves de dicha construcción.

 

torre latinoamericana

 

En épocas prehispánicas, el lugar que sostiene la torre solía ser ocupado por la casa de animales del Tlatoani Moctezuma II. Al llegar los españoles a territorios mexicas, el espacio se utilizó para la construcción del antiguo Convento de San Francisco.

Las décadas pasaron, y el céntrico predio pasó a ser propiedad de la compañía La Latinoamericana Seguros. Pero en 1947, se otorga luz verde para la demolición de aquel viejo edificio. No pasaría mucho tiempo antes de que las planeaciones de un nuevo e innovador edificio comenzaran.

Con la premisa de que el proyecto fuese una propuesta que representara la importancia de la compañía de seguros en México, se consideró en un principio un edificio que constara de 27 pisos. Sin embargo, la idea fue cobrando cada vez más visión, y con el objetivo de mostrar el crecimiento del país se decidió que el edificio se compondría de 40 pisos.

Conforme el avance de la torre se iba dando, se terminaron por agregar tres pisos más y una antena de televisión, dando una altura total de 181.33 m. y posicionándola como la torre más alta de toda América Latina.

 

 

Si algo siempre estuvo en las mentes de los constructores y arquitectos, fue proyectar una cimentación estructural que crearía paradigmas en la ingeniería moderna.

El subsuelo de la ciudad era fangoso, con consistencia esponjosa, y además, se trataba de una zona sísmica. Es por esto que para la cimentación se hincaron 361 pilotes de concreto de punta a 34 metros de profundidad. Para soportar un peso total de 25,000 toneladas de edificio, se construyó una estructura rígida de acero, la cual dio pie a 3 sótanos.

La Torre Latinoamericana fue inaugurada el 30 de abril de 1956. Ganó prestigio mundial al ser uno de los edificios que sobrevivieron terremotos como el de 1957, 1985 y 2007. Y aunque actualmente no es el rascacielos más alto de la Ciudad de México, sí es uno de los más prestigiosos por su innovadora y valiente construcción. Hoy por hoy, la Torre Latinoamericana es de las edificaciones más seguras de toda la capital.

 

 

 

Con la intención de atraer más visitantes, tanto nacionales como extranjeros, la Torre Latinoamericana prepara nuevas atracciones para todos aquellos que buscan adrenalina a más de 180 metros de altura.

Miguel Amerlinck, director general de Latinoamericana Seguros, comentó el jueves que este rascacielos, uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México, busca ofrecer nuevas experiencias, emociones y recorridos a turistas y, sobre todo, a quienes vienen de otros países.

 

 

El número de visitantes ha crecido durante los últimos 10 años, al pasar de 350,000 a 550,000 hasta 2017, a pesar del sismo ocurrido el 19 de septiembre de ese año y cuando se registraron 12,000 personas menos en comparación con el mismo mes de 2016, es necesario echar a andar nuevos proyectos.

Pedro Fossas, director general de la Torre Latinoamericana, en la Conferencia Anual de la Federación de Grandes Torres del Mundo, comunicó que se están desarrollando proyectos para remodelar al que es uno de los edificios más icónicos del país.

 

 

En los próximos meses del presente año y a mediados de 2019 se espera tener listos dos sitios de realidad virtual en los pisos 37 y 43 del rascacielos, que fue considerado el más alto de la capital mexicana desde su construcción y hasta 1972.

Explicó que con una de esas experiencias se podrán ver algunos de los edificios más representativos de la Ciudad de México, como el Palacio de Bellas Artes, y adentrarse a ellos desde los lentes de realidad virtual.

 

 

También se analiza la posibilidad de contar con una Habitación de Escape (Scape Room), cuya aventura consiste en encerrar a un grupo de jugadores para descifrar enigmas y conseguir escapar antes que finalice el tiempo.

La experiencia en las alturas podría ser aún mayor para quienes así lo decidan, pues la latino también podría rodearse de una plataforma de cristal a 181 metros del suelo y de 360 grados para caminar sobre ella y sin barandales.

 

 


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