En camino hacía una cultura ambiental para mejorar nuestro mundo.
Muchas ciudades del mundo están ahogadas por los altos niveles de contaminación. De continuar así, las consecuencias para la salud de los habitantes serán desastrosas y, a la larga, también para los gobiernos de todos los países, que tendrán que invertir más en salud en lugar de mitigar ahora mismo la polución.
Aunque en muchas ciudades ya se aplican diferentes medidas de limitación del tráfico rodado por sus calles, esto sigue sin ser suficiente. En esa medida, lo que tienen en común la CDMX con Oslo, Oxford, Copenhague y Madrid es, además del derecho ciudadano a respirar aire puro, es que están prohibiendo el uso de coches contaminantes.
Greenpeace ha publicado un vídeo en el que muestra los avances en materia de medio ambiente implantados en Oslo, Copenhague, Madrid, Ciudad de México y Oxford. Las medidas pasan por eliminar los carros contaminantes transformando los aparcamientos por carriles de bicicletas, reestructurar las calles para favorecer al peatón o fomentar los puntos de recarga de los vehículos eléctricos.
“Estos son solo algunos ejemplos para mostrar que hay ciudades en el mundo que ya están tomando medidas. Las cosas están cambiando y se están moviendo, pero no son suficientes”, explica a RT Raquel Montón, coordinadora de la campaña de movilidad de Greenpeace.
https://www.facebook.com/greenpeace.spain/videos/361639171051015/?t=7
Aunque no hay una receta mágica para que todas las ciudades del mundo reduzcan los contaminantes, ya que cada lugar tienen sus propias necesidades, cultura, idiosincrasia y las políticas; la contaminación atmosférica no está discriminando y cada año causa alrededor de 400.000 muertes prematuras solo en la Unión Europea, y genera cientos de miles de millones de euros en costes externos relacionados con la salud. Sin mencionar el coste en los países menos industrializados como lo son los de América Latina.
Asimismo, este problema afecta a la gente más vulnerable como ancianos y niños, arrastran toda la vida problemas cardiovasculares, respiratorios y alergias por los efectos de las contaminación. El problema se agrava, cuando pensamos en dejar un mundo lleno de contaminación a las futuras generaciones; un problema de salud pública de primer orden.
Los motores de combustión provoca una contaminación extrema en las ciudades que solo puede ser atajado, según los expertos, por un cambio en nuestro sistema de transporte que conduzca a urbes más saludables que beneficien nuestra calidad de vida. Para lograrlo y contribuir así al compromiso con el Acuerdo del Clima de París –en el que se pide limitar el incremento de temperatura global a 1,5 ºC– es necesario que los vehículos sean impulsados por energía eléctrica renovable.
Greenpeace ha establecido que para el 2028, las ventas de automóviles de gasolina, diésel e híbridos convencionales en Europa deben finalizar; y esperamos que eso se haga extensivo a la CDMX y a otras regiones de nuestro continente. Con ello se espera, también, que la industria del automóvil cambie de rumbo comercial, ya que la industria tiene la tecnología disponible para cambiarse y renovar sus automóviles, ya que esto también les beneficia a ellos.
Es por eso que la organización ecologista, así como millones de ciudadanos, están dando alertar a las compañías fabricantes de automóviles para que inviertan en nuevos modelos de vehículos eléctricos: asequibles, reducidos y con bajo consumo de energía, y que desarrollen nuevos modelos comerciales. El papel de los ciudadanos, por tanto, es el de fomentar otra forma de movernos de manera inmediata, como lo son las bicicletas, patines o utilizar el transporte público.
Mientras esto sucede, el coche eléctrico es ya una realidad bien patente en el parque automovilístico. Día a día estos vehículos van ganando terreno de ventas a los coches con motor de combustión. Aquí te dejamos las ventajas que ofrecen los automóviles eléctricos frente a los tradicionales de gasolina o diésel.
Cero emisiones
Los coches 100% eléctricos no emiten ninguna emisión de gases contaminantes durante su funcionamiento, por lo que si nos preocupa realmente el medio ambiente esta debería ser una ventaja muy a tener en cuenta.
Menos averías mecánicas
Al prescindir de un motor tradicional y un cambio de marchas tradicional con embrague, las averías de esta índole quedan reducidas a prácticamente ninguna, ya que hay muy pocos elementos en movimiento y expuestos al desgaste en un coche eléctrico.
Mantenimiento casi inexistente
Más allá de los elementos desgastables como los frenos o los neumáticos, el mantenimiento de un coche eléctrico queda reducido a un chequeo del estado de las baterías y los motores eléctricos cada determinado tiempo. Se acabó el cambiar filtros, lubricantes y líquidos varios.
Nulo consumo
Lógicamente el coche eléctrico no consume ningún combustible, por lo que no debemos ir a llenar el depósito ni preocuparnos por consumir más o menos. Esto supone un importante ahorro en combustible ya que el coche eléctrico se puede cargar durante la noche en el garaje.
Además de las enormes facilidades para el estacionamiento, a los vehículos eléctricos se les permite el uso de estos carriles especiales aún y circular con un solo ocupante, lo que representa un ahorro en tiempo y una mejor circulación en las grandes ciudades.
Es un hecho que la conducción de estos vehículos es más cómoda y relajada, ya que no emiten ruido ni tener que hay necesidad de cambiar de velocidades, representa un gran descanso a la hora de acumular horas al volante, especialmente en circulación urbana.