El águila real representa mucho para los mexicanos.
El águila Real, cuyo nombre científico es el Aquila chrysaetos volaba por más del 50% del territorio nacional, pero en la actualidad solo vive en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y Oaxaca.
La existencia de esta hermosa ave, ha disminuido en comparación con los niveles históricos, y ahora solo se encuentra en montañas abiertas, colinas, llanuras y campos abiertos. Esta magnífica ave es casi del mismo tamaño que el águila calva, la real es menos carroñera y más depredadora y normalmente caza presas del tamaño de hasta un zorro o una grulla. El águila real fue importante para muchas tribus nativas que admiraban el coraje y la fuerza del águila y le atribuían poderes místicos al ave e incluso a sus plumas.
Desde tiempos prehispánicos la imagen del águila real ha formado parte de la mitología y representado las distintas ideologías en la historia de nuestro país. De hecho, es un águila real la que se distingue en el escudo nacional devorando una serpiente. Para las culturas indígenas era un ave suprema. Su vuelo descendente representaba la caída de la luz sobre la tierra y el advenimiento de la energía vital.
Los guerreros águila (en náhuatl cuauhteuctli) fueron considerados una clase especial en la infantería militar del ejército mexica. Con las alas extendidas simbolizaba la cruz que delimita los cuatro rumbos cósmicos, donde ella misma constituía el eje del mundo. Los misioneros y conquistadores la percibían como la encarnación del bien en la lucha contra el mal.
Durante la guerra de Independencia, el águila estampada en distintos estandartes significó el anhelo de libertad; se le mostró de frente, de perfil derecho e izquierdo, con la corona del imperio sobre la cabeza, hasta que, con el triunfo de la Revolución, se rescató el origen indígena de su representación.
El águila real es una especie que alcanza hasta un metro de longitud total de pico a cola, y su envergadura puede exceder los 2.20 metros. Llega a pesar más de seis kilos y puede vivir más de 30 años. Actualmente su población mundial se estima por encima de los 120,000 individuos: en Europa hay unos 10,000 y en Norteamérica, 50,000.
En México son mayoritariamente residentes y ocupan una amplia porción del norte del país. El águila real nunca ha sido abundante en México, quizá porque se trata de una especie marginal de la región neártica del continente americano y nuestro país es su límite más sureño.
Desafortunadamente no es posible precisar su población actual. Las autoridades estiman que hay sólo 70 parejas; por ello está catalogada en la Norma Oficial Mexicana como una especie amenazada, aunque algunos expertos opinan que merecería ser considerada como especie en peligro de extinción. Una de las causas de su mortandad han sido los programas para la erradicación de lobos y coyotes que utilizaban cebos envenenados, y los residuos de los insecticidas organoclorados, como el ddt, que afectaron la viabilidad del embrión y el grosor del cascarón de los huevos de casi todas las rapaces.
Cada pareja de adultos inicia los vuelos nupciales en el mes de enero. En esta época, ambos sexos vuelan juntos simulando ataques en los que entrechocan las garras; luego arreglan uno de los tres o cuatro nidos que poseen en su área de cría. La incubación de los dos huevos se inicia entre marzo y mayo y dura cerca de 43 días. Sólo incuba la hembra, permaneciendo en el nido incluso después de que los polluelos han salido del cascarón. Después de 5 semanas las plumas rompen a través del plumón de los polluelos.
A partir de entonces el polluelo se queda solo recibiendo la comida una vez al día en el borde mismo del nido. Cuando han pasado 8 semanas, el aguilucho tiene ya el plumaje completo y a sus 80 días ya vuela. Entre sus presas destacan las palomas, los córvidos, los conejos y las liebres. A pesar de ser un excelente cazador, en muchas ocasiones se alimenta de carroña. Le gusta apresar cabritos y corderos.
A pesar de ser figura central del símbolo nacional, en México son escasas las observaciones de campo sobre el comportamiento y costumbres del águila real. En Monte Escobedo, municipio al sur del estado de Zacatecas en la frontera con el de Jalisco, es posiblemente el lugar donde se ha registrado el mayor número de parejas de águila real en el país. Hoteles City Express colabora con el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza para rescatar las poblaciones de esta emblemática especie está categorizada como una especie amenazada.
Una estrategia de conservación con visión a largo plazo tiene que ver con monitorear los nidos que se conocen, sobre todo los que se encuentran cerca de algún poblado. También podría plantarse maíz o sorgo en lugares estratégicos y dejar que las cosechas alimenten a las ardillas, conejos o liebres, presas de las águilas. Por supuesto integrar a los sectores públicos y privados de la sociedad en un proyecto de conservación e informar y sensibilizar a la población acerca de la importancia de conservar el águila real.