La historia de amor de Psique y Cupido.
El Día de San Valentín, como lo festejamos en la actualidad, es un cúmulo de mitos y tradiciones de muy distintas épocas y culturas, una fiesta que celebra al amor y la amistad universalmente. San Valentín fue un santo romano, uno de los primeros cristianos martirizados por su fe y un defensor del matrimonio.
Por otro lado, las típicas tarjetas que intercambiamos con los seres queridos, llenas de corazones (otro símbolo del amor) y mensajes son una tradición que, originalmente, inició en Inglaterra del siglo XVIII con su famosas Valentines, que eran tarjetas dibujadas y escritas a mano que los enamorados mandaban a sus damas con la esperanza de ganar su favor.
Pero existe un personaje que aparece con frecuencia ante nuestros ojos durante el Día de San Valentín, Cupido, cuyo nombre romano equivalía a Eros en griego, raíz de palabras como erotismo y erótico. Hijo de Venus (diosa del amor y la belleza) y Marte (dios de la guerra), en la mitología griega, este ser alado, patrón del deseo, el amor erótico y la atracción tiene su historia de amor propia, una de las primeras fuentes de lo que hoy conocemos como amor romántico y que celebramos cada año, el 14 de febrero.
Para contar la historia de Cupido, hay que comenzar por la de su amada, Psique. Cuando esta mujer nació, se dice que era la más hermosa del mundo; su belleza, incluso, fue comparada con la de la misma Venus, esto hacía que ningún hombre mortal se atreviera a acercársele.
Por consejo del oráculo, el padre de Psique llevó a su hermosa hija a la cima de un monte y ahí la abandonó, se le había dicho que ahí ella encontraría a su esposo: un ser malvado que tenía forma de serpiente y dos grandes alas. Asustada y sola, Psique esperó en la montaña hasta que el dios Céfiro, deidad del viento del Oeste, la levantó en los aires y la llevó hasta el lugar donde le dijo, la esperaba su esposo.
Al llegar, Psique notó que el palacio estaba en completa oscuridad y guiada por el oído y el tacto llegó hasta el lecho de un hombre, al que nunca vio y quien no quiso darle su nombre, pero al que a partir de ese día visitaría constantemente. Enamorada y embarazada de él, un día Psique intentó prender una lámpara para ver al hombre que amaba, pero él se alejó y voló con dos grandes alas, era Cupido, que con tristeza le dijo que a pesar de su amor por ella, los hombres y los dioses no pueden estar juntos.
Psique decidió luchar por su amor, y tomó una gran cantidad de pruebas que su envidiosa suegra puso para ella, a cambio le daría la mano de su hijo en matrimonio. Valiente y esforzada, Psique logró todas la pruebas y finalmente se casó con su amado Cupido, quien le obsequió la inmortalidad.
El mito de Cupido y Psique, una historia de amor fuera de lo común, es narrada por Brendan Pelsue en una encantadora animación de TED-Ed.