Nostalgia urbana: la gloriosa avenida Pino Suárez

Pino Suárez ha tenido muchos cambios a lo largo del tiempo.

 

Avenida Pino Suárez en sus inicios fue la continuación de la Calzada Iztapalapa, aquella por la que entraron los españoles a Tenochtitlán para reunirse con Moctezuma en 1519. En 1914 se le da el nombre gracias a José María Pino Suárez, el  vicepresidente de México asesinado junto al presidente Francisco I. Madero durante la Decena Trágica.

Este homenaje al valiente vicepresidente que fue un célebre poeta nacionalista que una ocasión escribió a propósito de la Revolución Mexicana: “Combatir contra todos los tiranos / y contra toda imposición injusta; / defender la verdad santa y augusta / y de la patria sus fueros soberanos”.

 

 

 

Además de tener un nombre célebre, esta avenida tiene uno de los recintos religiosos más importantes de México, se trata de la Parroquia de San Miguel, construida en honor de San Miguel Arcángel en 1689 por el arquitecto Pedro de Arrieta quien le diseñó unas singulares torres octagonales, una cúpula de tezontle rematada en azulejo y una representación en mármol del arcángel San Miguel que todavía se puede contemplar.

En esta avenida también podemos encontrar el Templo de Jesús Nazareno, parte del antiguo Hospital de Jesús Nazareno de 1524,  que fue la primera clínica fundada en América. En este espacio descansan los restos de Hernán Cortés y el famoso mural Apocalipsis, que pintó el tapatío José Clemente Orozco.

 

 

 

En esta arteria también se encuentra el Museo de la Ciudad de Méxicodiseñado por Francisco Guerrero y Torres; uno de los ejemplos más notables de la arquitectura barroca del siglo XVIII. Uno de los elementos más llamativos del edificio sigue persistiendo, se trata de una cabeza serpiente de piedra luce gloriosa en la fachada principal de la casa.

La estación de correspondencia del sistema del metro, lleva el nombre de Pino Suarez, funcionó durante un breve tiempo como terminal de la línea 2 desde su inauguración en agosto de 1970, donde se encuentra el adoratorio a Ehécatl, es llamada la zona arqueológica más pequeña de México por el INAH y es transitada por hasta 54 millones de personas al año.

 

 

 

El pasaje Zócalo-Pino Suárez, Un paseo por los libros, es un andador subterráneo en el que se encuentran librerías, un pequeño auditorio y un área destinada a exposiciones artísticas temporales. Este pasaje cultura conecta a dos estaciones no consideradas de correspondencia. De entre muchos descubrimientos arqueológico que se han dado en los últimos años, se dio en la Plaza de Pino Suárez, donde encontraron los restos de una construcción prehispánica que aparentemente fue usada como templo o espacio sagrado del Calpulli.

Sin duda, esta avenida es un legado histórico de nuestra ciudad. Aquí te dejamos estas fotos nostálgicas de esta gloriosa avenida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotos de El Universal y El Itinerario