El zapote negro, fruta deliciosa, sana y con muchas propiedades alimenticias

“Al mejor mono, se le cae el zapote” dice el refrán popular.

 

Los náhuatl lo conocieron como tzapotl y los mayas como tauch. Nosotros lo conocemos como zapote negro y es  una fruta de color verde por fuera y una pulpa de color negro por dentro, consumida popularmente en época prehispánica. El zapote negro a simple vista puede desconcertar por el color de su pulpa, pero en realidad es un fruto dulce y de textura cremosa, con una consistencia parecida a la del mousse de chocolate.

Su sabor nos hace acordar al caramelo y sin dudas, se trata de un alimento con muchos beneficios nutritivos y propiedades medicinales. Proviene de un árbol frondoso que alcanza hasta veinte metros de altura, sus ramas gruesas pueden encontrarse en cafetales, proporcionando sombra como árboles dispersos en áreas rurales, reservas biológicas y en huertos de traspatio.

 

 

El zapote negro pertenece a la familia de las Ebanaceae, es pariente del ébano pero no está emparentado con el zapote de las Sapotaceae, ni con el zapote blanco de las Rutaceae; este es considerado hoy como un sinónimo de Diospyros nigra.

Su árbol tiene una corteza acanalada, fisurada a escamosa, de color morena oscura o negra. Las hojas son de forma elíptica u oblonga, con el margen entero de ápice agudo a redondeado y un olor ligeramente dulce. El fruto es una baya parecida al jitomate y de 5 a 10 cm de diámetro, maduro es de color verde amarillento fuerte, de pulpa marrón con aroma y textura parecida al budín de chocolate.

 

 

 

Este fruto es nativo de México y también puede encontrarse en Costa Rica, El Salvador, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia y Ecuador. Como uso adicional al fruto, el árbol de zapote es utilizado en la industria maderera para la fabricación de muebles gracias a elegante color rojizo de su tronco.

Es una planta que se encuentra de forma cultivada y silvestre, y presenta una amplia distribución desde el sur de México y todo Centroámerica. El árbol de zapote se da de forma nativa a lo largo de ambas costas de México desde Jalisco hasta Chiapas, Veracruz y Yucatán y en las tierras bajas boscosas de América Central, y también es cultivado con frecuencia a lo largo de estas zonas.

 

 

 

En México los frutos son comunes en los mercados desde agosto a enero. Ciertos árboles, sobre todo los tipos de frutos grandes, regularmente entran en la temporada en junio, otros en julio y agosto. El zapote negro tiene una gran composición nutrimental que incluye muchos carbohidratos y de vitaminas A y C. Estas vitaminas son muy útiles para fortalecer tu piel y la visión, además de ayudar a prevenir resfriados. Además de ser una fruta deliciosa, es utilizada en la medicina popular y tradicional como un laxante suave y un gran hipoglucemiante.

Sus cualidades antibióticas y sus propiedades para calmar el dolor de garganta y el insomnio son demandadas en la cultura popular mexicana, además de ser un buen diurético.

 

 

 

En el aspecto de la gastronomía el zapote es utilizado en postres como mousses y/o mermeladas para rellenar panes y comúnmente en casa la pulpa se mezcla con jugo de naranja para postres de niños. Ha sido recomendado por nutriólogos y nutriólogos del deporte consumirla para proporcionar energía al cuerpo a media mañana, lo puedes mezclar con un poco de cacao y preparar un rico “mousse” de chocolate.

 En México la pulpa se extrae, macerándola o pasándola por un colador y brandy, y luego se sirve con o sin crema batida, también se puede mezclar con vino, canela y azúcar. Otros usos comunes son las aguas frescas, licuados, helados, gelatinas y dulces.

 

 

 

Otras variedades del fruto son: zapote blanco, negro, verde, amarillo, chicozapote o zapotillo, mamey y chapote. En México, su producción se acerca a las 16 mil toneladas, siendo Campeche el productor líder, seguido de Yucatán y Veracruz, cuenta con una enorme demanda gracias a sus propiedades culinarias y curativas.

El zapote negro se llevó por los españoles a Amboina antes de 1692, y las Filipinas mucho antes de 1776, y llegó finalmente a Malaca, Mauricio, Hawai, Brasil, Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana.

 

 

El ligero cambio de color de los frutos maduros, en medio del denso follaje del árbol del zapote negro, hace que muchos zapotes negros maduren, caigan y se rompan en el suelo antes de que uno tenga la oportunidad de tomarlos. Esta es una de las razones por las qué el árbol no es deseado en los jardines en las zonas urbanas. Un selector de experiencia puede recoger los frutos en estado medio maduro de color verde oliva, con una vara de corte equipada con un saco de tela.

La pulpa sin semillas se sirve como postre con un poco de leche o jugo de naranja derramada sobre ella. También se hace en helado y en México, se mezcla con una espumosa y deliciosa bebida con jugo de piña de lata en una licuadora eléctrica. En América Central, los frutos fermentados se convierten en algo parecido a un aguardiente.