Casa Ortega y sus preciosos espacios verdes en el barrio de Tacubaya.
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En un área con más de tres mil metros cuadrados en el barrio de Tacubaya, Luis Barragán proyecta la que será su primera vivienda, conocida como Casa Ortega. La mayor parte de este proyecto y del terreno diseño inicial, se trata de un suntuoso jardín, aunque se basa en los principios de su casa estudio.
En 1940, Barragán compró un terreno de 4,000 m2 en Tacubaya, mismo que dividió en 4 partes. En tres de estos lotes diseñó un jardín con terrazas debido al desnivel del terreno y porque en él se encontraban minas y túneles subterráneos. El lote restante fue dividido en dos para la construcción de la Casa Ortega y más tarde la Casa Estudio de Luis Barragán.
Se trata de una construcción sobria y austera hacia el exterior que proyecta toda su riqueza en el interior, prevaleciendo la idea de intimidad, serenidad, y la magnificencia de unos jardines sensuales ocultos al exterior. La casa sólo se abre al jardín, y permanece como un refugio de sosiego en medio del bullicio de la capital.
Esta casa se encuentra inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Cuenta con 2 mil 500 metros cuadrados vestidos de misterio y formó parte de la primera casa habitación de Barragán en 1940, cuando llegó de Jalisco a esta ciudad. Al construir, en 1947 su segunda casa ya mundialmente reconocida, vendió aquella al señor Ortega, quien no tuvo hijos y la heredó a sus sobrinos, dueños actuales del sitio.
Los documentos fotográficos y descripciones hechas por Barragán, constan de una primera versión del con extensiones de césped, un claro más grande frente al salón y, en general, con un carácter más domesticado. Pero más tarde, Luis Barragán decide que el jardín tenga un crecimiento con mayor libertad, opulento y semisalvaje, donde se evocan los huertos ancestrales y la vegetación ha tomado vida propia.
No solo se trata de una construcción monocromática, bañada con un sinnúmero de verdes, salvo por el blanco o el naranja que añaden las oraciones de jazmines y clivias. Se trata de un precioso jardín a la mitad del desierto de lo real de la Ciudad de México. Sobre el verde del jardín, sobra decir que nunca sería utilizado en la paleta de Barragán para cubrir sus muros.
El jardín de la Casa Ortega posee una perspectiva densa y profunda. La arquitectura es orgánica, con unas ventanas en el comedor y el desayunador. En la recámara principal hay una corrección que ha llevado la ventana desde el piso hasta media altura, quedando visibles desde el jardín las hojas de vidrio bloqueadas.
Lo más interesante del jardín, es que conforme se recorre se van descubriendo esculturas entre la vegetación. Pequeños detalles que sorprenden a quien visita los jardines por primera vez. Hoy en día, la Casa Ortega está habitada y debido a eso es muy difícil recorrer el interior de la residencia. Si te interesa visitar los jardines de la Casa Ortega puedes pedir informes en la Casa Estudio Luis Barragán.
No obstante, aquí te dejamos con esta galería de fotos de la Casa Ortega.
Ubicación: Calle General Francisco Ramírez No. 20, Ampliación Daniel Garza, a un lado de la Casa-Museo Barragán.