28 artistas plásticos ofrecen su obra al culto del dulce néctar.
En la época prehispánica el pulque era considerado una medicina eficaz para aliviar males del cuerpo y se administraba en pequeñas dosis para los enfermos y las parteras. Además era ocupado como complemento alimenticio por sus altas propiedades en proteínas, carbohidratos y vitaminas. Pero se dice que las personas que consumían pulque hasta la embriaguez, se les condenaba a morir de manera tortuosa.
Por muchas razones, el pulque es la bebida fermentada por antonomasia de origen y tradición mexicana. El antiguo imperio azteca creía que el octli era un brebaje que no cualquiera podía probar, y solo los ancianos o aquellos que serían sacrificados podían embriagarse con pulque. El pulque era el elixir de los dioses.
Dulce néctar. Tlachiqueros y pulque, es la exposición de jóvenes artistas que presentaron a través de óleos, acuarelas y acrílicos la historia del maguey y el pulque. En un ritual en honor a Mayáhuel, deidad mexica del maguey; a Patécatl, descubridor del ocpatli, raíz que potenciaba las propiedades embriagantes del pulque; y a Tepoztécatl, uno de los dioses de dicha bebida, con el cual fue inaugurada la exposición Dulce néctar.
Esta exhibición organizada por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tomó como punto de partida el proyecto pictórico y de investigación Historia del Pulque, coordinado por la artista y gestora cultural Oralia Morales Soto. El montaje da cuenta del trabajo de 28 artistas plásticos provenientes de diferentes escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes, a través de óleos, acuarelas o acrílicos, y con trazos y colores distintos y significativos, abordan la historia del maguey y el pulque, desde diferentes visiones.
Food and travel
Los artistas visuales abordan temas como el maguey en la cosmovisión prehispánica en más de una treintena de piezas, así como el descubrimiento del iztac octli “licor blanco”, la mitología y esplendor del pulque, el apego al agave en las haciendas porfiristas, la decadencia del “elixir de los dioses” a causa de campañas de desprestigio y su rescate actual.
El pulque —octli, en lengua náhuatl— es la bebida embriagante originaria más importante de México. Era un elemento esencial en la vida ritual de algunas comunidades prehispánicas, las cuales consideraban que facilitaba la comunicación con los dioses.
Antes de ingerirse, se ofrecía al fuego y a los cuatro rumbos del universo; sólo se permitía tomar cuatro porciones, la quinta era considerada una borrachera y, habitualmente, la consumían sólo los ancianos, sólo en ciertas celebraciones, por el resto de la población. En la época colonial, el maguey se conocía como el “árbol de las maravillas”, sin embrago, perdió su carácter sagrado y se popularizó, creándose toda una industria dedicada a la producción de pulque a través de las haciendas, sobre todo en los estados de México, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz y Puebla.
Ya en el siglo XX su consumo disminuyó debido a la popularidad de otras bebidas como la cerveza y al mito de la “muñeca”, promovido por las empresas cerveceras, el cual hizo creer a la población que para aumentar la calidad del pulque se le agregaba —envuelto en manta de cielo— excremento humano o de vaca, lo que alejó a los consumidores.
Grupo Sipse
En la actualidad existen más de 260 expendios aunque, producir y beber pulque nunca ha dejado de ser costumbre en múltiples comunidades rurales de México. Con esta exposición no se intenta promover el consumo de licor alguno, lo que mueve es el conocimiento profundo y la reflexión sobre una planta y una bebida de muy larga historia, de presencia ineludible y que nos identifica como mexicanos.
Asimismo, propone una revisión al problema del peligro de extinción que corren algunas variedades de maguey debido a la sobreexplotación, la falta de espacio para su crecimiento, la alta demanda del producto, la baja cantidad de ejemplares vivos y las afectaciones que esto provoca a las economías locales.
Dulce néctar. Tlachiqueros y pulque
Dónde: Museo Nacional de las Culturas del Mundo. Moneda N° 13, Centro Histórico a una cuadra del Metro Zócalo
Cuándo: hasta 27 de octubre de 2019, de martes a domingo, 10:00 – 17:00 hrs.
Entrada libre
Foto de portada Melitón Tapia, INAH.