Molcajate: historia, diversidad y un poco de arte

El Molcajete es un símbolo de nuestra cocina e identidad nacional.

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El molcajete es el mortero tradicional de Mesoamérica, y todavía muy utilizado en todas las regiones de México. Se utiliza para triturar o martajar alimentos, como granos, especias y vegetales, destinados a la preparación de salsas y otros platillos. Para moler los ingredientes se utiliza un cilindro de piedra llamado tejolote, temolote o comúnmente referido como piedra de molcajete.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, ha dicho que el término “molcajete” procede de las palabras náhuatl: mollicaxtli y temolcaxitl, que significan cajete para la salsa o cajete de piedra para el mole.​ Sin embargo, el Diccionario de la lengua española afirma que procede del vocablo mulcazitl, que significa escudilla.

El término temolote también procede del náhuatl, concretamente de la palabra texolotl,​ de tetl, que significa piedra, y xólotl, que significa muñeco.​ No se debe de confundir con el metate, que sirve para moler maíz. Este mortero se elabora de piedra volcánica tallada en forma cóncava, donde se machacan y muelen  los productos. Este tipo de mortero ha sido empleado en la elaboración de alimentos desde la época de los egipcios (1550 a. C) y aparece hasta en el antiguo testamento, pero es en Mesoamérica (época prehispánica), donde las diferentes civilizaciones empleaban molcajetes que excavaban en una roca a modo de hueco para poder moler el maíz y otros frutos secos.

A pesar del uso extendido de la licuadora eléctrica y otros instrumentos modernos, el molcajete continúa con preferencia para la elaboración de salsas dentro de la cocina popular y tradicional mexicana, debido a que el sabor y la textura proporcionado por la piedra y técnica de molido es único y muy característico. Buena parte de la piedra para los metates y molcajetes se extrae de las minas localizadas en San Lucas Evangelista, municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, México. Su diseño y uso, prácticamente no han variado a lo largo de los siglos.

Cuando la Nueva España fue establecida, la gastronomía se reservó para los conventos en donde las comunidades indígenas ahora servían como amas de llaves y personal de cuidado y fueron quienes, a través de las tradiciones orales, mantuvieron vivas las recetas y las técnicas por más de un siglo, haciendo que la cocina prehispánica sobreviviera hasta nuestros días debido a las múltiples comunidades étnicas desde Baja California hasta Chiapas.

A falta de libros de recetas en aquella época, las mujeres de los conventos juntaron las notas que tenían como referencias, y a través de las historias contadas generación tras generación, los platillos y tradiciones hallaron trascendencia. Fue hasta el siglo XVIII que las recetas utilizadas en los conventos fueron publicadas en periódicos como una forma de llegar a las mujeres de cada casa del México virreinal. Pero el uso del molcajete siguió intacto.

Uno de los libros más importantes en la gastronomía mexicana nación: “El Cocinero Mexicano” fue publicado a finales del siglo XIX utilizando un estilo de diccionario en el que cada receta, ingrediente o técnica usada podía ser hallada de manera inmediata. Este libro no se volvió a publicar hasta la década de los 60 en el siglo XX cuando la hija del gran muralista Diego Rivera reunió todas estas recetas de una impresión original y lo llevó a las librerías de nuevo.

Fue durante el gobierno de Porfirio Díaz, convencido de que las maneras francesas y europeas eran lo mejor que había en el planeta, dejando a un lado las tradiciones nacionales y los ingredientes. Como consecuencia de este vacío de casi un siglo, muchos ingredientes tradicionales de la cocina prehispánica comenzaron a desaparecer y a extinguirse.

Hoy en día hay un movimiento nuevo de cocineros y académicos que tienen una sola misión: rescatar y restaurar la grandeza de nuestra cocina para las nuevas generaciones, incluyendo al genial molcajete.

El trabajo de investigación exposición, restauración y hasta redención de la cocina está llegando a buen puerto en la industria a nivel mundial. Y con ello se está poniendo de nueva cuenta, en alta estima al molcajete.

 

Foto de Portada Cacique inc