Se trata de la primera fiesta donde se arrestan a homosexuales miembros de la burguesía.
Los grabados de José Guadalupe Posadas registraron el evento llamado “El baile de los 41”, el 18 de noviembre de 1901; ya que fue el evento más sonado de principios del siglo XX en México en pleno centro de la capital.
La madrugada de ese domingo, en una casa marcada con el número 4 de la calle de la Paz (hoy Ezequiel Montes, en la Tabacalera), la policía irrumpió en una fiesta privada donde había 42 hombres que bailaban entre sí, la mayoría de familias aristocráticas.
De aquellos 42, 19 vestían de mujer y hubo burlas que dieron paso a la idea de La aristocracia de Sodoma, como llamó a los detenidos el periódico El Hijo del Ahuizote. El periódico El Popular, anotaba “todos son pollos gordos, algunos riquillos que la portan; criados en paños azules”.
Se dijo que entre los detenidos y vestidos de mujer estaba Ignacio de la Torre, yerno del presidente Porfirio Díaz, casado con Amada Díaz, su hija mayor y la más consentida. Esta crónica fue reescrita por el mexicano Carlos Monsiváis en Letras Libres quién puso la llaga en los reportes de la prensa que insistían en que los detenidos eran 42, y que al paso de los días la cifra se ajustó a 41. Ya el que desaparece de la lista, fue Ignacio de la Torre, casado con la hija de Porfirio Díaz.
El general Porfirio Díaz debió intentar por todos los medios acallar el escándalo. Pero no pudo, y los rumores llegaron hasta oídos de Amada, la hija del dictador casada con Ignacio de la Torre. Amada Díaz supo de los rumores que corrían sobre su marido, inflamaron la imaginación popular. A las manos de la gente llegaban los ejemplares de la Gaceta Callejera, una hoja suelta que se repartía de mano en mano y que en esos días tuvo edición especial titulada: “Los 41 maricones encontrados en un baile de la calle de La Paz el 20 de noviembre de 1901“.
Francisco Uriquizo, historiador y cronista de la Revolución mexicana, escribió al respecto: “En México el número 41 no tiene ninguna validez y es ofensivo para los mexicanos. […] La influencia de esa tradición es tal que hasta en lo oficial se pasa por alto el número 41. No hay en el ejército División, Regimiento o Batallón que lleve el número 41. Llegan hasta el 40 y de allí se saltan hasta el 42. No hay nómina que tenga renglón 41. No hay en las nomenclaturas municipales casas que ostentes el número 41. Nadie cumple 41 años”.
Los 41, al día siguiente de la redada les impusieron de castigó barrer las calles vestidos de mujer, como los habían encontrado. Después fueron “expulsados” de la Ciudad de México y trasladados a la cárcel de Belén, en Yucatán, donde tuvieron que someterse al servicio militar con la advertencia, además, de que serían llamados a combate en caso necesario. Nunca hubo lista ni identidad de todos los detenidos, ni archivo de su proceso legal.
Este hecho histórico será trasladado a la pantalla grande bajo el liderazgo del director y guionista de Baja California David Pablos. Lo que desea hacer con este filme es representar las muchas verdades, muchas hipótesis y teorías, apoyado de un rigor histórico, investigación y libertad creativa.
El guion del filme es de Mónica Revilla y será producida por Canana. La película retratará el contexto histórico y las reacciones de mofa que se generaron en la prensa nacional, como el famoso grabado de Guadalupe Posada que fue utilizado para difundir la nota bajo el título “Muy chulos y coquetones”. La película representa buena parte de la realidad social y política que no ha cambiado desde ese entonces, y que merece ser contada.
La película cuenta con una mezcla de actores y no actores. Se estrenará en otoño del 2020 y Alfonso Herrera es personifica a Ignacio de la Torre y Mier, quien fuera yerno de Porfirio Díaz.
Foto destacada La silla Rota