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Luchita Hurtado llegará al Museo Tamayo con una maravillosa retrospectiva

Luchita Hurtado es una de las principales expositoras del surrealismo del siglo XX. No puedes dejar pasar la oportunidad de conocer su trabajo en el Museo Tamayo.

 

El Museo Tamayo es uno de los más importantes de la Ciudad de México en lo que a grandes exposiciones se refiere. Sin duda, la retrospectiva de la vida y obra de la pintora Luchita Hurtado es una de ellas. Luchita nació en Venezuela, pero se trasladó a Estados Unidos cuando tenía ocho años. Su adolescencia y juventud fueron tumultuosas: después de estudiar artes finas en Nueva York, se casó con un periodista chileno, quien la abandonó después de tener un hijo con ella.

 

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Fotografía de: Hugo Glendinning

 

Luchita trabajó como ilustradora de modas para mantener a su familia, además de coser y fabricar joyería. En 1946, se mudó a la Ciudad de México con su segundo esposo, Wolfgang Paalen. A pesar de que su tiempo en México fue de los más fructíferos, artísticamente hablando, se conservan pocos cuadros de esa época.

Fue en la metrópoli mexicana donde se rodeó de los mejores artistas del momento. Ella y su esposo se hicieron amigos de Leonora Carrington, Frida Kahlo, Marcel Duchamp, André Breton y Luis Buñuel, entre otros. Sin embargo, cuando su segundo hijo murió de polio a los cinco años, se regresaron a Estados Unidos. Poco después, Paalen se quitó la vida.

 

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Fotografía de: Hugo Glendinning

 

A pesar de las adversidades, Luchita nunca dejó de pintar. Fuera en un espacio grande, pequeño o hasta en un clóset, trabajó diligentemente y sin descanso durante décadas. Su producción pictórica, además de ser enorme, es variadísima y muy constante. Experimenta con varios estilos y temas: pinta con grafito, acuarela, óleo, acrílico y crayón.

Comenzó experimentando con la forma y el material, explorando el espacio entre la abstracción y la figuración. Incluso desarrolló una técnica que consiste en cortar los lienzos y coserlos, para crear un efecto único. También tuvo una serie de autorretratos, titulados “I Am” (Yo Soy), pintados con una perspectiva de arriba hacia abajo, de alguien que observa su cuerpo sin un espejo. Luchita decía que el cuerpo es nuestro mundo, nuestra casa; es todo lo que tenemos.

 

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Fotografía de: Hugo Glendinning

 

También realizó una serie de paisajes celestiales, titulada “Sky Skin” (Piel de Cielo). Aquí se puede apreciar el uso de la luz, del espacio y de los componentes etéreos e indefinidos. Sus trabajos más recientes demuestran su compromiso con el activismo ambiental, y su fascinación con el nacimiento del ser humano. Todas estas etapas de su obra las recogió la Serpentine Gallery en Londres, donde se realizó por primera vez esta retrospectiva.

 

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Fotografía de: Genevieve Hanson

 

Su trabajo realmente salió a la luz en 1998, cuando falleció su tercer esposo, Lee Mullican. Cuando el gestor de la herencia de Mullican la revisó, descubrió más de mil obras firmadas “LH”. Luchita reconoció que eran suyas, y el resto es historia. Afortunadamente, tendremos el privilegio de contemplar esta maravillosa exhibición en 2020, en el Museo Tamayo: I Live I Die I Will Be Reborn, de Luchita Hurtado.

 

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Fotografía de: Jeff McLane

 

Dónde: Museo Tamayo; Av. Paseo de la Reforma 51, Polanco.

Cuándo: las fechas se anunciarán próximamente. 

Cuánto: entrada general $70; descuentos disponibles. Domingos, entrada libre a todo público.

 

Más exposiciones imperdibles: Lina Bo Bardi en el Museo Jumex.

*Imagen destacada de: Oresti Tsonopoulos