Maravíllate ante este singular estudio de estilo brutalista, construido por el escultor Pedro Reyes, para crear sus esculturas en el mejor ambiente.
Después del sismo de 2017, el escultor mexicano Pedro Reyes decidió levantar su estudio artístico desde cero. Como los permisos de construcción en ese momento estaban muy controlados, lo tuvo que hacer a partir de materiales prefabricados. Se decantó por paneles de concreto, lo cual le confirió al edificio una apariencia de búnker. El resultado se define como un estilo brutalista, ya que utiliza materiales en bruto, como el hormigón, sin grandes modificaciones.
Fotografía de: Edmund Sumner
El brutalismo consiste en el uso de geometrías repetitivas, además de materiales ásperos y, aparentemente, carentes de belleza. Sin embargo, eso es justamente lo que se busca: encontrar en la presentación más simple y cruda de los materiales su atractivo inherente. Mostrar los componentes estructurales del edificio, sin ornamentación, arroja una arquitectura imponente e interesante, más allá de lo vistoso.
Pedro Reyes dice que la estructura de su edificio se asemeja más a una obra de ingeniería, lo cual es, precisamente, una de las características del brutalismo. Reyes y su equipo prepararon espacios para talleres de madera, piedra y metal. Además, incluyeron un estudio de dibujo con tragaluces circulares, para mejorar la iluminación, y una zona de carga para transportar materiales.
Fotografía de: Edmund Sumner
El objetivo de Reyes era que el edificio pareciera una escultura que había sido colocada en el suelo. No que surgiera de él, sino que se notara que era algo ajeno, pero no desentonante. Diseñó paneles curvos de concreto, para que la sensación escultural se acentuara. También incorporó roca volcánica en el interior, para dar una sensación más natural y cálida.
A pesar de que el primer impacto del edificio exterior en el ojo del espectador puede ser chocante, por adentro es todo lo contrario. Pedro Reyes no quería que pareciera una prisión, sino que fuera el espacio ideal para que los artistas que trabajan en él desarrollen su genio creativo al máximo. Cabe destacar que el estudio es una prolongación de la propia casa del escultor, por lo que utilizó materiales similares para que el complejo completo sea fluido.
Fotografía de: Edmund Sumner
En fin, el resultado final es algo extraño, pero maravilloso. Su diseño impecable y sus talleres interiores son el sueño de cualquier artista o arquitecto.
Más arquitectura majestuosa e imponente: el templo y convento de San Joaquín de Tacuba.
*Imagen de: Edmund Sumner