Chalma: un lugar lleno de historias, leyendas y rituales de peregrinaje

Chalma es uno de los sitios con más peregrinos en el mundo.

 

Chalma es una comunidad pequeña de Malinalco en el Estado de México. Su población está dedicada a los peregrinos que visitan el Santuario de Chalma, el segundo sitio de peregrinación más importante de México. El santuario está dedicado al “Cristo negro”.

Según la leyenda apareció en una cueva donde se realizaba el culto a una deidad comúnmente conocida como Oxtoteotl; un aspecto de Tezcatlipoca, el “Espejo humeante” y el “Cristo negro” es Tezcatlipoca, que los frailes españoles superpusieron a la representación existente de Tezcatlipoca para convertir a los nativos.

 

 

Las peregrinaciones a este santuario cristiano siguen muchos de los patrones de los rituales prehispánicos, como caminar por los estrechos senderos hacia la ciudad, bañarse en las aguas de un manantial especial de agua dulce y bailar en el santuario.

A este sitio van grupos enteros de familias, en bicicletas, en camiones, a pie o de rodillas es como llegan miles de peregrinos a visitar al Señor de Chalma. Los fieles realizan caminatas de varios días, demostrando con ello su fervor religioso. La mayoría va a cumplir su “manda” y después aprovechan para pasear, comprar y hasta a bailar, como dice la tradición: cuando asistes por primera vez te pones una corona y bailas en la plaza del Ahuehuete al Cristo de Chalma.

 

 

 

En la población hay mucha vegetación, montañas, manantiales y dos ríos que cruzan el territorio de Chalma y el Tlaxipehualco. El lugar está rodeado por pequeñas cuevas relacionadas con las creencias de indígenas. Cuenta la leyenda que cuando los frailes agustinos Sebastián Tolentino y Nicolás Perea, evangelizadores de la región, se dirigían a la cueva a destrozar a dichos dioses se encontraron con el milagro de la aparición del Cristo crucificado y a sus pies Oxtoteotl y Tlazatcotl destrozados.

El templo es de portada neoclásica del siglo XVll, su altar está tallado en madera, policromada en estilo plateresco y un cristo ocupa el lugar central.

 

 

Pero Chalma conserva en su ambiente un olor a copal, leyendas, fiestas y ritos ancestrales. Los peregrinos que llegan a este lugar continúan manteniendo estas costumbres, como el ahuehuete  que simboliza la llegada a Chalma, que tiene más de 400 años y de donde al pie de sus raíces brota un manantial de agua cristalina.

La tradición dice que antes de visitar el santuario hay que bañarse en las aguas que brotan debajo del ahuehuete; a los que llegan por primera vez, se les hace una corona de flores de nardo, crisantemo, bugambilia o clavel y se les pone a bailar como parte del ritual.

 

 

 

Para llegar al templo se sigue por la pendiente a través de un túnel formado por lonas de los comercios que se encuentran a los costados del camino. En estos puestos se venden diversos artículos religiosos: rosarios, crucifijos o talismanes hasta dulces típicos como las palanquetas de cacahuate y pulque.

En el retablo del Cristo negro hay fotografías, cartas, regalos, cuadros, rosarios, cruces, dibujos, escapularios, que deja la gente como evidencia de su milagro concedido. El domingo es el día de las mandas.

 

 

 

Las principales festividades del lugar son: la del 6 de enero o Día de Reyes, el primer viernes de cuaresma, miércoles de ceniza, Semana Santa, Pascua de Pentecostés, primero de julio, día del Señor de Chalma, San Agustín el 28 de agosto, San Miguel Arcángel el 29 de septiembre y Navidad.

Cumplida “la manda” muchas familias aprovechan para dar una vuelta por el rumbo. O En  Chalco también hay una zona arqueológica en Malinalco, muy cerca de Chalma. Localmente el sitio es nombrado como el Cerro de los Ídolos, que significa “Lugar donde se adora a Malinalxochitl”, diosa mexica responsable de la hechicería y otras artes obscuras, quien también fue hermana de Huitzilopochtli (INAH).

 

 

Santuario de Chalma

Dónde: Independencia S/N, 52460 Chalma, Méx.

Cuándo: lunes a domingo de 08:00 a 17:00

Entrada libre