Louis Vuitton presenta la colección en conjunto con artesanos de Oaxaca.
Para evitar plagios y posibles demandas, lo que por lo visto ha servido en gran medida, la casa Louis Vuitton contrató a artesanos mexicanos para que pinten la primera colección intervenida entre la marca y la cultura mexicana.
Se trata de una colección de baúles en la que se plasma un diálogo de maestría artesanal entre México y Francia. Se trata de una extraordinaria fusión entre alta cultura europea y la historia, expresiones artísticas, y la dedicación de los artesanos por un producto artesanal.
Natalia Herrera fue la curadora e innovadora cultural de Atelier Cultural México, que presentó la colección que consta de seis baúles y un Volkswagen clásico, intervenidos con pinturas y nahuales típicas del municipio de San Martín Tilcajete, en Oaxaca.
Aunque en dicha comunidad muchos artesanos se dedican a la talla de guras, se seleccionó al taller Casa Don Juan por la excelencia y perfección del trabajo de sus maestros artesanos; además del impacto social que han tenido en su comunidad de jóvenes.
El savoir-faire marroquinero de Louis Vuitton tiene una identidad nunca antes explorada por la marca, siendo la primera vez que se colabora con talento mexicano, con el fin de darle el toque de algún artesano tradicional.
Cada baúl tarda un mes en pintarse y el resultado es lo mejor de dos mundos. Las tonas y nahuales, en su versión más tradicional, son guras sagradas zapotecas talladas en copal, un árbol sagrado en la cultura mexicana, y pintadas con distintas simbologías. En su cosmogonía, cada persona al nacer recibe una tona, que es un animal de poder creado por la fusión de dos animales distintos, elegidos de entre 20 opciones, según su día y año de nacimiento.
Tanto la simbología de Louis Vuitton como la que se ilustra en los cuerpos de las tonas, están repletas de referencias a la belleza de la naturaleza. La textura de algunos de los objetos de LV está inspirada en los campos de trigo. Aunque no se conozcan, es un diálogo entre dos maestros artesanos y dos culturas que sienten un respeto enorme por la historia y las tradiciones.
La colección se exhibió durante el evento de arte y diseño 2020 de Zona Maco en la Ciudad de México, titulado The Colorful Journey LV, que incluía seis baúles con diferentes diseños y una imagen decorada de manera similar de un clásico VW Beetle.
El objetivo era introducir una nueva línea de productos que combinara el conocido producto de la casa francesa con la creatividad mexicana, combinando “la herencia y la artesanía de dos culturas”, según un comunicado de prensa. Por su parte, Waldo Hernández, director de Taller Casa Don Juan, declaró: “Estamos felices de participar en esta empresa. No solo ha sido un gran desafío trabajar con los materiales, sino… también es una oportunidad importante para mostrarle al mundo nuestro trabajo. La emigración ha disminuido en nuestra comunidad gracias a proyectos como estos… “
A pesar de los problemas asociados al uso de elementos artesanales y arte popular por parte de diferentes diseñadores, la casa Vuitton aseguró que la colaboración de los artistas estará bajo el comercio justo y seguirá la ley mexicana. Además el proyecto ha sido creado bajo los más altos parámetros de respeto y buenas prácticas en las leyes federales de derechos de autor y la ley para salvaguardar el conocimiento, la identidad y la cultura de las comunidades indígenas.
Cabe recordar, que Louis Vuitton fue interrogado por la Secretaría de Cultura de México en julio de 2019, cuando los bordados en las sillas del diseñador se parecían a los patrones de Tenango de Doria, Hidalgo. La secretaría quería saber si la compañía tenía un acuerdo con los artesanos allí, y aunque Vuitton declaró que ese era el caso, las sillas fueron retiradas del mercado de todos modos.
Esta ocasión, se denota un gran nivel de detalle y perfección por parte de los artesanos oaxaqueños, en combinación con la belleza de sus diseños ancestrales, con la elegancia de Louis Vuitton.