La Ciudad de México tiene barrios chinos, argentinos, judíos, españoles…pero, ¿sabías que también tiene uno coreano? No dejes de visitar el Pequeño Seúl.
México es un país famoso por siempre tener sus puertas abiertas a los inmigrantes. Tanto refugiados (de la Guerra Civil Española, del golpe de Estado en Chile), como familias enteras que llegan a nuestro país en busca de hacer su vida en un territorio amplio, ecléctico y vibrante. Debido a ello, en la capital se han fundado varios barrios que representan a las distintas culturas que han recalado en la Ciudad de México. Uno de ellos es el Pequeño Seúl, ubicado en el corazón de la Zona Rosa.
Imagen de: Berkeley Opinion
Durante los 90s se dio una fuerte ola de migración proveniente de Corea, como resultado de acuerdos comerciales entre México, Corea y Taiwán. Se estima que en la CDMX habitan aproximadamente 9,000 nacionales coreanos. La mayoría de ellos viven en la Zona Rosa y en sus inmediaciones. La mayor concentración de negocios de familias coreanas está en las calles Hamburgo, Praga, Berna y Biarritz.
Muchos de estos negocios abrieron para atender específicamente a la comunidad coreana, pero poco a poco se han insertado al devenir diario de la ciudad, y ahora son frecuentados por gente de todas las nacionalidades. El Pequeño Seúl es un pequeño (valga la redundancia) reflejo de un barrio coreano. Las familias residentes han intentado recrear un cachito de su país natal, con éxito. Además de restaurantes deliciosos de comida coreana auténtica, se pueden encontrar muchas otras cosas.
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Por ejemplo, spas, tiendas dermatológicas, supermercados, saunas y bares; todos estos comercios emulan el estilo de vida del país asiático. Muchos de ellos tienen letreros y menús en coreano, además de sus respectivas traducciones al español. Hay revistas y periódicos coreanos, k-pop, platillos tradicionales que te harán agua la boca y una gran cantidad de cualesquiera productos imaginables. El Pequeño Seúl es una zona bulliciosa y llena de vida, que te hará pensar que te trasladaste miles de kilómetros y aterrizaste en otro país. ¡Visítalo!
Más influencia asiática en la CDMX: la llegada de las jacarandas.
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