Échate tu dosis de cine diario con estas maravillosas películas cautivadoras: te acompañarán en los momentos de soledad y mantendrán tu ilusión despierta.
El distanciamiento social no tiene por qué ser algo que padezcamos. Es una gran oportunidad para conocernos mejor, para encontrarnos con creaciones del ingenio humano que iluminen nuestros días y que nos ayuden a sobrellevar mejor la incertidumbre. El cine, sin lugar a dudas, es un medio inmejorable para hacerlo. Aquí compilamos una lista de películas cautivadoras que puedes ver en línea (todas están en Netflix). Acomódate en el sillón, prepárate unas palomitas y disfruta de estas obras maestras:
La Llegada (Denis Villeneuve, 2016)
Esta maravillosa cinta adopta un enfoque distinto y original ante la premisa de alienígenas que llegan a la Tierra. A través de una actuación espectacular de Amy Adams, la película nos muestra un lado poco explorado del encuentro con otros seres pensantes: la comunicación. La protagonista es una lingüista, quien está encargada de descifrar el particular lenguaje de los extraterrestres. Una trama bien pensada, profunda, con efectos visuales y de sonido cautivadores hacen de La Llegada una experiencia muy satisfactoria y con fuertes cuestionamientos filosóficos.
El Viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2001)
Este es, probablemente, el largometraje más conocido del legendario Hayao Miyazaki. La aventura de Chihiro marcó a toda una generación de jóvenes que pedían un cine animado diferente, que rompiera con los clichés del género. El Viaje de Chihiro es un verdadero festín sensorial. Desde la animación suave y colorida, hasta el magnífico guion y los sorprendentes personajes, esta película es un deleite de principio a fin. Detrás de las criaturas extrañas y conmovedoras que Miyazaki imagina, hay metáforas profundas sobre la experiencia humana. Además, como en muchas cintas de Studio Ghibli, es imposible que no se te haga agua la boca con la cautivadora manera en que se presentan los alimentos animados.
The Ballad of Buster Scruggs (Joel & Ethan Coen, 2018)
La tercera entrada de nuestra lista de películas cautivadoras es muy particular: son varias películas dentro de una misma. Basado en los clásicos westerns, este largometraje, divido en cortometrajes, es una montaña rusa de diversión, drama y sorpresas. Seis historias independientes conforman la Balada, y cada una te lleva en un viaje absorbente y fuera de lo común. La excéntrica imaginación de los hermanos Coen nos lleva de aquí para allá, saltando en cada esquina con giros inesperados y personajes memorables.
Aniquilación (Alex Garland, 2018)
Regresamos a la ciencia ficción con un verdadero espectáculo visual, cargado de profundas interrogantes filosóficas. La actuación estelar de Natalie Portman nos lleva por un mundo de fantasía y terror, en el que un pedazo de una reserva natural en Estados Unidos ha sido transformado por una extraña presencia. Detrás de un velo acuoso e intangible, las leyes de la física y la genética se quiebran y se transmutan. Aniquilación nos muestra cómo ignoramos muchas más cosas de las que conocemos; incluso los propios matices de la naturaleza humana. Tendrás que verla varias veces para encontrarle el sentido a su apoteósico final.
El Gran Pez (Tim Burton, 2003)
Un clásico del cine fantástico y, a la vez, profundamente humano. La complicada relación de un padre con su hijo es el trasfondo de una serie de aventuras y encuentros maravillosos. La curiosa y genial imaginación de Tim Burton se cuela por doquier en esta entrañable cinta. Edward Bloom le cuenta, desde su lecho de muerte, la historia de su vida a su hijo, Will, y a su esposa, Josephine. Una serie de eventos increíbles y personajes extravagantes se suceden, hilados por las diversas maneras en que una persona es capaz de mostrar amor. La tensa relación entre padre e hijo finalmente encuentra catarsis, cuando Will se da cuenta que la realidad y la ficción no estaban tan alejadas.
Diamantes en Bruto (Josh & Benny Safdie, 2019)
Ya vamos a la mitad de nuestra lista de películas cautivadoras y la calidad se mantiene. La indiscutible estrella de esta frenética película es, nada más y nada menos, que Adam Sandler. El comediante se sale de su rutina y se mete en la piel de Howard Ratner, un joyero de Nueva York que siempre busca apuestas grandes y arriesgadas. Sandler, cuando acepta papeles dramáticos, hace un trabajo verdaderamente espectacular. Uno deja de ver al actor y, en su lugar, queda hipnotizado por el personaje que representa. Howard vive su vida como su negocio: en riesgo constante, con engaños, estrés interminable y miedo. Sin embargo, se ve que lo disfruta: el hecho de siempre caminar sobre un hielo delgadísimo lo hace florecer, pero la codicia y las mentiras no suelen llegar a buen puerto.
Hell or High Water (David Mackenzie, 2016)
Esta película de asaltos, persecuciones y enfrentamientos va mucho más allá de los clichés de su género. Los quemados y polvosos paisajes de Texas son el fondo de una historia igual de abrasiva. A los hermanos Toby y Tanner no les queda mucho más que perder: el banco amenaza con quitarles las tierras familiares, pero ellos no están dispuestos a entregarlas sin dar batalla. Van en busca de un futuro que les ha sido robado, y su propia relación tirante y sus personalidades contrarias no hacen sino dificultar el viaje. Todo esto, aunado a la implacable presencia del sheriff Marcus (Jeff Bridges), da como resultado una historia cautivadora, llevada con maestría por sus personajes profundos y multifacéticos.
Birdman (Alejandro González Iñárritu, 2014)
El largometraje que le granjeó su primer óscar a Iñárritu es una belleza. Birdman fue filmada en prácticamente una sola toma, cortesía del genio Emmanuel Lubezki. Más allá de ser una oda al cine y al oficio del actor, esta cinta se mete de lleno en los recovecos oscuros y torcidos de la mente humana. El amor, el orgullo, los delirios de grandeza, el arrepentimiento, las peleas con uno mismo y con los demás llevan a Riggan (Michael Keaton) a través de un viaje de confrontación con su pasado y con su presente. Una cinematografía impecable, actuaciones magistrales y un final por todo lo alto hacen de Birdman una obra maestra.
La Princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)
La segunda entrada del aclamado director japonés también es una maravilla visual y narrativa. Los paisajes, pintados a mano y animados en post-producción, nos hacen sentir que estamos dentro de un cuadro. Todas las secuencias de acción, desde un diálogo hasta una sangrienta batalla, son suaves y fluidas. El épico viaje de Ashitaka para romper con una maldición que le impuso un demonio malherido culmina con el encuentro con San, la princesa lobo. En un tiempo en que los dioses coexistían con los humanos sobre la Tierra, el enfrentamiento entre humano y naturaleza es el tema que permea la película. Nos invita a reflexionar qué impacto tenemos sobre el mundo natural, y qué podemos hacer para disminuirlo. Es imperativo forjar una relación de respeto con la naturaleza, porque sin ella no hay vida.
Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
Una de las obras maestras de la ciencia ficción. Basada en el libro Do androids dream of electric sheep?, del famoso escritor Philip K. Dick, Blade Runner es una mirada profundamente sensible y filosófica al dilema de la inteligencia artificial. El icónico personaje de Rick Deckard, traído a la vida por Harrison Ford, investiga las sutilezas de los dos mundos: el artificial y el humano. El genio narrativo de Ridley Scott nos hace ver que la línea que los separa es más delgada de lo que pensamos. ¿Qué significa ser humano? ¿Se necesita un cuerpo orgánico para sentir, pensar y tener empatía? Estas son algunas de las preguntas que plantea la película, ambientada en un magnífico escenario neo-noir que te cautivará.
The Thing (John Carpenter, 1982)
Finalmente, nuestra lista de películas cautivadoras no estaría completa sin una cinta de terror. El maestro del género, John Carpenter, nos lleva a los inhóspitos y hostiles parajes de la Antártida para absorbernos en un escenario de suspenso, desconfianza y alerta constante. La tensión es palpable en cada escena de la película: la amenaza invisible que acecha a los protagonistas no da respiro. The Thing demuestra que, con un entorno minimalista y con efectos especiales precisos y afilados, se puede aterrorizar a la audiencia con éxito. El hecho de no saber quién es amigo y enemigo, y de saberse atrapados en un lugar sin salida, no hace sino exacerbar la sensación sofocante de pánico y desasosiego.
Aquí más recomendaciones para implementar el distanciamiento social sin padecerlo.
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