Las playas de Oaxaca son conocidas por su delicioso mar azul, arena fina y paisajes espectaculares; sin embargo, no solo son los humanos los que las aprovechan.
La pandemia mundial de Covid-19 vino a sacudir nuestras vidas. Nuestras rutinas cambiaron, nuestras relaciones y nuestra manera de relacionarnos con el lugar en que vivimos. Tiene y tendrá impactos económicos y sociales fuertísimos, que cambiarán para siempre la manera en que se moldean los asentamientos humanos. Sin embargo, uno de los efectos más importantes que está teniendo el virus es su efecto sobre el medio ambiente.
Con tantos países que establecen las medidas drásticas de cuarentena, la naturaleza está disfrutando de nuestra ausencia. La actividad humana se ha reducido al mínimo: trabajos, viajes e industria, entre otras. Los lugares que suelen estar atestados de gente, como las playas, han visto cómo regresa la vida animal a sus aguas y orillas. Ha habido avistamientos de ballenas, delfines y aves en muchos mares donde ya no se les veía.
Esta tendencia de “la naturaleza está reclamando sus espacios” también se puede observar en México. Tortugas y jaguares han sido avistados en Cancún, mientras que algunas ballenas se han asomado en lugares como Acapulco y Mazunte. Pero ahora, está circulando una historia de un grupo de cocodrilos que se fue a asolear a una de las playas de Oaxaca.
Al menos seis cocodrilos fueron vistos en la zona de Ventanilla, ubicada entre Puerto Escondido y Huatulco. La foto que se ve aquí se tomó hace casi dos semanas, por lo que es posible que los reptiles sigan rondeando por allí. No obstante, también se han desmentido muchos reportes falsos, que se volvieron tendencia y luego resultaron ser montajes o fotos viejas. Por ejemplo, los delfines y cisnes de Venecia o los elefantes de China. Esperamos que esta familia de cocodrilos realmente paseara por las playas de Oaxaca.
Lo que sí es un hecho indiscutible, es que el medio natural se está dando un respiro; esto debe guiarnos en la dirección correcta, donde nos cuestionamos los impactos nocivos que tenemos sobre el planeta, y qué podemos hacer para cambiarlos. La pandemia debe ser el punto de inflexión para cambiar radicalmente nuestro estilo de vida, y así, evitar nuestra inminente extinción.
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