Cuando hablamos de los edificios más memorables y originales de México, es imposible pasar por alto la Ex-Hacienda de Chautla, la cual parece un castillo salido de una fantasía.
La Ex-Hacienda de Chautla es uno de los principales atractivos turísticos de Puebla: constituye un escenario de ensueño, salido directamente de un cuento de hadas. Sin embargo, ¿conoces su historia? A pesar de que hoy es un lugar de descanso y relajación, con 60 hectáreas para pasar un día inmejorables, alguna vez fue un feudo que tenía su propia cárcel y que contó con la primera planta eléctrica del continente americano. La evolución de sus jardines de estilo inglés, senderos boscosos, capilla, museo y cocina de talavera poblana comienza en el siglo XVIII.
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El 17 de noviembre de 1777, la ahora Ex-Hacienda de Chautla se convirtió en parte del marquesado “Selva Nevada”, concedido por el rey Carlos III al Sr. Manuel Rodríguez de Pinillos y López Montere. En ese entonces, contaba con mucho más de 60 hectáreas, ya que su territorio abarcaba terrenos y ranchos en Puebla y Tlaxcala. Después de varios cambios de dueño, todos dentro de la misma familia, la Hacienda alcanzó su esplendor en el siglo siguiente, bajo el mando del Monseñor Eulogio Gregorio Gillow y Zavalza y su padre, Thomas Gillow, de origen inglés.
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Cuando murió Mr. Thomas, su hijo realizó mejoras de comunicación ferroviaria en sus terrenos, además de que introdujo la electricidad. Su objetivo era establecer una escuela agrícola, por lo que Don Eulogio construyó un castillo inglés junto a los lagos. Dicho castillo fungiría como la casa magisterial. En 1903, el visionario propietario de la Ex-Hacienda de Chautla construyó la primera planta hidroeléctrica de Latinoamérica en el Río Atoyac.
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Sin embargo, su opulencia pasó a manos del gobierno en 1914, cuando la Hacienda se expropió y se realizó la repartición de sus 6000 hectáreas. En 1922, el entonces presidente Álvaro Obregón le devolvió 150 hectáreas al Monseñor, quien murió ese mismo año. La hacienda pasó a manos de su sobrino, Ignacio Kasuki, quien vendió los terrenos a la Secretaría de Defensa. Finalmente, Don Luis Ocejo Mirón la compró en 1968 con la intención de convertirla en una casa de descanso. Afortunadamente, sus terrenos y su magnífico castillo están abiertos a los visitantes. Así que ya sabes a dónde ir cuando termine la cuarentena: pasa una velada de ensueño en la Ex-Hacienda de Chautla, Puebla.
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Ex-Hacienda de Chautla
Dónde: Carretera Federal México-Puebla Km. 4,5, 74135 San Lucas el Grande, Puebla.
Más ex-haciendas magníficas: San Gabriel de Barrera, Guanajuato.
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