Se sabe que la arquitectura religiosa no escatima a la hora de ornamentar sus iglesias, catedrales y parroquias; la Capilla del Rosario no es la excepción.
Dicen que Puebla es uno de los estados de la República Mexicana con más iglesias. De hecho, Cholula es la ciudad con más edificios católicos del país; esto fue debido a que los españoles pasaron por ahí rumbo a Tenochtitlan, y llevaron a cabo una de las masacres más sangrientas en su afán de conquista. Sin embargo, algunas de estas iglesias son más espectaculares que otras, y una de las que se lleva el premio mayor es la Capilla del Rosario, ubicada en la Ciudad de Puebla.
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Esta capilla, también conocida como la Capilla Dorada, forma parte del Templo de Santo Domingo. Fue confeccionada por indígenas de Oaxaca bajo las órdenes de frailes dominicos durante la evangelización. Además, es una muestra perfecta de la opulencia y derroche de los edificios religiosos de la época barroca, ya que está recubierta de oro.
Después de su colocación en 1690, aproximadamente, se le comenzó a conocer como la octava maravilla del mundo; tal era su belleza y tanto impresionaba a quienes la contemplaban. También ostenta seis lienzos del pintor José Rodríguez Carnero, con motivos vestales. La Capilla del Rosario ahora es un ícono de la ciudad, y muchos personajes han estado involucrados en su historia.
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Uno de ellos es el papa Juan Pablo II, quien calificó al espacio como el “Relicario de América” durante su primera visita a México. Otro de ellos es el famoso herrero poblano, Mateo de la Cruz, quien forjó y labró la reja que resguarda a la capilla, además de que confeccionó toda la herrería de la Catedral de Puebla y de la Catedral de la Ciudad de México. Cabe destacar que la Capilla del Rosario fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
Otro lugar que vale la pena visitar: la Casa de las Lágrimas en Taxco.
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