Chinampa Atliacac es un proyecto que florece en medio de la pandemia

Chinampa Atliacac cosecha productos libres de agroquímicos en Tláhuac.

 

Desde hace algunos años hay un gran esfuerzo por diversas asociaciones civiles y gubernamentales, por llevar a cabo acciones con el fin de fortalecer al Sistema Agrícola Chinampero de la capital, que fue nombrado recientemente como Sitio Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM).

Se han invertido vario millones de pesos para el desarrollo rural de las comunidades de la parte de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, además de llevar a cabo planes de desarrollo y diversas iniciativas que cuentan con el acompañamiento técnico de organismos internacionales.

 

@ChinampaAtliacac

 

La zona chinampera de la ciudad está manteniendo viva la diversidad de semillas, plantas y cultivos tradicionales ante el cambio climático. Se han enfocado en desarrollar cadenas cortas alimentarias y a impulsar la conservación de las chinampas como patrimonio agrícola mundial.

Pero hay uno jóvenes que venden lechugas libres de agroquímicos, pues son sembradas de forma tradicional en una chinampa de Tláhuac que se encontraba olvidada, y un grupo de jóvenes decidió crear un proyecto agroalimentario que se proyecta como una manera de hacerle frente a la crisis económica que acompaña al coronavirus Covid-19.

 

@ChinampaAtliacac

 

Se trata de la Chinampa Atliacac, que produce lechugas italianas, rojas y verdes, con precios que van de los $15 hasta los $20 pesos la pieza y que en tiempos de cuarentena vende a domicilio, por ahora, sólo en la zona del centro de Tláhuac, en Tlaltenco, Tulyehualco y Zapotitlán.

La ventaja de consumir las lechugas italianas de la Chinampa Atliacac radica en que están libres de agroquímicos, ya que su siembra se realiza bajo la técnica tradicional chinampera, lo cual beneficia tanto la salud de los consumidores como de los productores.

 

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Nosotros germinamos la semilla con base en el lodo que hay en los canales. Sacamos el lodo en una canoa, hacemos unas camas que llamamos almárcigo“, expone un miembro del grupo. Luego de que el lodo se seca, cuenta, elaboran pequeños cuadros en donde se deposita las semillas o en este caso la raíz de la lechuga y se cubren con una capa de abono.

 “Dependiendo del producto, ya sea tres días, cuatro días, una semana o hasta 10 días, en el caso del picante un mes, se destapa el almárcigo y empiezan a brotar las plantas”, dice. Más tarde se cortan esos pequeños cuadros y son trasplantados a un camellón donde se riega la planta.

 

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Pero no siempre fue así, narra el productor Baruc Martínez. Y es que la chinampa que hoy es su fuente de vida estuvo abandonada, pues el maíz ya no florecía: “era una chinampa que está muy alta y tiene poca humedad. Entonces lo que hemos estado haciendo es una serie de inversiones, como ponerle un sistema de riego, introducir abono” con tal de reconstituir las propiedades del suelo.

No tenían más opción, pues la falta de empleo les hizo voltear su mirada al suelo de conservación de Tláhuac. “Yo soy historiador y no hay empleos fácilmente de profesor de historia o de investigador. Entonces tengo que buscar otras opciones para subsistir y una de ellas fue la reactivación de las chinampas.”


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Por ello, es importante que la alcaldía de Tláhuac, que aún tiene zonas de cultivo, puede reactivar la economía local y regional a través de la producción agroalimentaria, sobre todo, en tiempos de crisis económica y el encarecimiento de los alimentos.

Por ahora la Chinampa Atliacac es el sostén de tres personas, pero también colabora con otros productores de la zona chinampera de Tláhuac. El mecanismo para hacer un pedido es muy fácil. Los interesados pueden solicitar la lechuga por medio de la página de Facebook “Chinampa Atliacac” de martes a viernes en un horario de 13:00 a 19:00 horas.

 

 

Chinampa Atliacac

Pedidos de lechuga: Facebook

Cuanto: desde $15

Por contingencia solo Tláhuac