El Pino, el majestuoso ahuehuete multicentenario más antiguo de México

Un tronco enorme, milenario y carcomido por el tiempo; largas ramas y hojas obscuras que cuelgan hasta el suelo, cargadas de misterio; estas son algunas características del ahuehuete.

 

El ahuehuete es el árbol mexicano por excelencia: su impresionante envergadura y su increíble longevidad lo han convertido en un símbolo nacional. Este magnífico árbol existe desde tiempos prehispánicos, y su primer registro data de la colonia. Los ahuehuetes han sido espectadores silenciosos de la historia; sus ramas han visto cientos de vidas humanas brillar y desaparecer. De hecho, se dice que el árbol bajo el que lloró Hernán Cortés en la Noche Triste era, precisamente, un ahuehuete.

 

ahuehuete

Imagen de: travelbymexico.com

 

En náhuatl, ahuehuete significa “un árbol viejo de agua”. El nombre no es gratuito, ya que se suelen encontrar cerca de grandes depósitos acuíferos. Uno de los ejemplares más hermosos y mejor conservados de esta maravillosa especie es el de Valle de Bravo. Este ahuehuete tiene, nada más y nada menos, que 700 años. Es uno de los emblemas de Valle de Bravo, y constituye uno de los atractivos turísticos más importantes de la zona.

 

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Imagen de: goapp.mx

 

Sin embargo, el interés que suscita entre los visitantes va mucho más allá de su majestuoso porte. Se dice que la primera misa católica presidida en Valle de Bravo se llevó a cabo bajo este árbol, el 15 de noviembre de 1530, cuando aún era joven. Hay una pequeña placa de piedra junto a la base del tronco que da cuenta de este hecho. Además, el ahuehuete está rodeado por más cachos de historia: cabezas prehispánicas talladas en piedra, arquitectura colonial y un poema del prelado y escritor Joaquín Arcadio Pagaza, grabado en cantera.

 

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Foto: Wishbird.com

 

Aquí la historia de otro miembro de la familia de los ahuehuetes: el milenario árbol del tule.

*Imagen destacada de: journey.app