Estas piezas son un reflejo del pensamiento y cultura de la antigüedad prehispánica.
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En el libro Entierros prehispánicos y prácticas funerarias. La muerte en el sur de Veracruz de Xóchitl del Alba León Estrada, escribe “A través de las prácticas funerarias se puede tener un acercamiento a la vida pasada de los pueblos, sus costumbres, miedos y creencias que subsisten y permanecen en el orden social. Los sistemas de enterramientos prehispánicos en territorio mesoamericano posiblemente respondieron a la necesidad cosmogónica de representar tradiciones mágico-religiosas, aspectos que pueden ser percibidos en la disposición del material óseo, así como en la ofrenda asociada, elementos que nos son indispensables para el estudio sistemático del culto mortuorio.”
Con esto en cuenta, te dejamos estos personajes y algunas prácticas funerarias que nos dan un acercamiento a la vida pasada de los pueblos, sus costumbres, miedos y creencias, para conocer más de nuestras raíces.
Mictlantecutli
Foto Museo de Antropología
Este dios aparece con el cuerpo cubierto con huesos humanos y en el rostro una máscara en forma de cráneo. Contiene unos adornos de papel en forma de rosetas de las que salen conos, uno sobre la frente y otro en la nuca, también lleva una bandera blanca y doblada, el pantololli y una estola de papel blanco, llamada amaneapalli, lo cual es muy característicos de su atavío. Mictlantecuhtli lleva como orejera un hueso humano. Sus animales asociados son el murciélago, la araña, el búho, animal de mal agüero y cuyo canto nocturno se considera, todavía hoy, fatal para el que lo escucha.
Sacerdote de la Muerte
De acuerdo con los especialistas, el tocado, y una especie de adorno (incompleto) que luce en la zona de sus genitales, permiten al individuo, asociarlo con el culto y ceremonial dedicado a los muertos -tal y como se advierte en algunos códices de tradición mixteca.
Urna funeraria
Foto Museo de Antropología
El culto funerario está presente en varias culturas mesoamericanas, donde también figuran relieves labrados en losas de piedra que representaban a individuos con deformidades en el cuerpo, conocidos como los danzantes. Los códices mixteco-zapotecas permiten conocer la vida y costumbres, muchos escritos en jeroglíficos y sobre piel de venado y fueron pintados con gran colorido. En la capital azteca de Tenochtitlán, habitaban artesanos zapotecas y mixtecas, cuyo desempeño era confeccionar joyería para los tlatoque o emperadores aztecas, entre ellos, el famoso Moctezuma.
Tzompantli
Se sabe que durante la conquista española varias cabezas de soldados europeos (incluso de caballos) llegaron a ser exhibidas en estos soportes como símbolo de que el pueblo del se había dado cuenta de que el extranjero no quería más que los tesoros de la “capital entre los lagos”. Quizá nunca sabremos con toda certeza el significado del tzompantli pero sin duda es una de las piezas prehispánicas que más nos acerca a la muerte.
Cihuateteotl
Cihuateteotl es una escultura que hace ofrenda a la señora de las mujeres guerreras que mueren en el parto. También se sabe que el Chichihuacuauhco era un espacio para los niños que no habían vivido una existencia entera, con una edad menor al primer año. En este lugar nacen árboles nodrizas, con senos maternos como frutos, de los que brota leche, aquí es en donde los pequeños esperaban volver a la tierra cuando se destruyera la raza que la habitaba.
Tlaltecuhtli
Foto Museo de Antropología
Conocido como señor o señora de la Tierra, en su advocación como la divinidad monstruosa que devora a todas las criaturas terrestres en el momento de su muerte, simbolismo del retorno primordial al seno materno. Fue en el 2006 cuando se descubrió el 2 de octubre de ese año, frente a las ruinas del Templo Mayor, en la esquina que conformaban las antiguas calles de Argentina y Guatemala, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Muy cerca de donde se encontró la Coyolxauhqui.