¿Mito o verdad? De nuestros abuelos a nuestros padres, las historias que se cuentan siempre van a dejar un resquicio de duda y misterio a sus oyentes: esa es la magia de las leyendas.
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Xalapa es la cabecera de Veracruz y también es uno de los lugares más pintorescos del estado. Esta preciosa ciudad está rodeada de volcanes y bosques; de estos últimos es de donde destacan sus maravillosas cuevas. Pero estas bellezas no solo se erigen como obra de la naturaleza, también son reflejo de la historia del hombre. Se dice que Xalapa data desde antes de la llegada de los españoles a América. Fue fundada por los toltecas, quienes le dieron el nombre de Xalla-pan, que significa “agua en el arenal” o “manantial de arena”.
Imagen de: Maravillas de México
Es bien sabido que cuando los españoles comenzaron los saqueos, muchos de los pobladores se escondían en cuevas y enterraban sus riquezas o las ocultaban en esos lugares. Con base en eso, se comenzaron a crear muchas historias y leyendas de personas que se hacían ricas gracias a grandes tesoros enterrados o escondidos. Sin embargo, en muchas ocasiones, tales riquezas tenían un alto costo. Es de aquí que parte nuestra leyenda.
La Cueva de Macuiltépetl
Los habitantes cuentan que una mañana de un 24 de junio de un año ya olvidado o desconocido, una mujer pobre caminaba por el cerro de Macuiltépetl. La mujer era tan pobre que iba preocupada pensando qué darle de comer a su hija. Por un momento se le ocurrió sentarse a descansar en el camino y, al hacerlo, se percató de una cueva. Fue tal su curiosidad que decidió entrar a ver qué había, y se sorprendió al encontrar una gran cantidad de dinero en el interior.
Imagen de: You Tube
Regresó a su casa sin un céntimo, pues su intención era volver en la noche para evitar ser asaltada cuando la viesen tan cargada. Cuando llegó la noche, volvió a la cueva, pero ahora iba acompañada de su hija, quien le ayudaría a llevar un poco de lo que encontró. La mujer agarró dinero a más no poder, pero su hija se entretuvo jugando, así que decidió hacer dos viajes: primero iría a dejar el dinero y después volvería por su hija y por la parte restante. Fue y regresó, pero ya no había nada. Desesperada, comenzó a buscar por todos lados, pero la cueva había desaparecido.
Imagen de: Okdiario
Pasaron los días y los meses, y no hubo un solo día en que ella no regresara al mismo lugar. No fue sino hasta el día de San Juan cuando, al regresar, la mujer volvió a encontrar aquella cueva. Dentro, encontró a su hija jugando, tal cual la había dejado esa noche que, se inclinó a abrazarla. La cargó y se dispuso a salir, pero antes de hacerlo tomo un poco más de dinero. Sin embargo, al salir, la mujer se encontró con una sorpresa desoladora: su hija se había desmoronado como una estatua de arena.
Imagen de: desde la cumbre
No se sabe qué paso después con aquella mujer, pero se dice que quien permanece en esa cueva por un año, ya no puede salir de ella, puesto que, si la abandona, se convertirá en arena.
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*Imagen destacada de: Mitos y Leyendas.
