El esplendor de las grandes culturas mesoamericanas puede haber menguado, pero su legado sigue intacto: Tzintzuntzan, la capital purépecha de Michoacán, es prueba de ello.
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Las tradiciones de los pueblos originarios de México permean nuestra cultura en todos los ámbitos imaginables. Y es que nuestras raíces vienen de ahí, de los grandes señoríos prehispánicos: mexicas, mayas, rarámuris, toltecas, purépechas y demás. Hoy en día, hay muchos pueblos y vestigios arquitectónicos que son testamento de su grandeza. Sin embargo, es imposible no notar el sincretismo que han experimentado: la conquista española dio lugar a una mezcla cultural que se manifiesta en la vida de todos los mexicanos. En esta ocasión, hablaremos de Tzintzuntzan, la capital purépecha de Michoacán.
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Este pueblo mágico es de los más visitados del estado, ya que se encuentra en un lugar estratégico y sumamente bello: sobre una planicie que domina el lago de Pátzcuaro. Durante la época prehispánica, Tzintzuntzan fue una de las ciudades purépechas más fuertes de la región. Era un gran centro político, económico y religioso, emblema del poderío tarasco. En la lengua purépecha, su nombre significa “lugar de colibríes”.
Sin lugar a dudas, su principal atractivo es el Centro Ceremonial Purépecha, mejor conocido como Las Yácatas. Consta de cinco templos que datan del siglo XIII, erigidos sobre una terraza de bloques de piedra. Sus pirámides circulares y amplias plataformas dan cuenta de la habilidad de sus arquitectos. En contraste, otro punto importante es el convento de San Francisco, el cual conserva los árboles de olivo que plantó Vasco de Quiroga a mediados del siglo XVI.
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Cabe destacar que Tzintzuntzan mantiene su lengua, costumbres y tradiciones indígenas, desde la danza de los paloteros hasta el ritual de la velación en el panteón durante el Día de Muertos. Los platillos de pescado de agua dulce son abundantes y exquisitos: si llegas a ir, no dejes de probar los charales, la carpa, la lobina o la tilapia. Acompáñalos con un delicioso atole local o un churipo, el cual es un reconfortante y llenador puchero de carne de res con verduras.
Cómo llegar
Partiendo de la ciudad de Morelia se llega al sitio a través de la carretera federal número 120, con dirección a Quiroga, punto donde es necesario tomar la desviación hacia el sur que conduce a Tzintzuntzan. El acceso a la zona arqueológica se encuentra justo a la entrada del área urbana, hacia el norte, a un costado del cementerio del poblado. Para acceder al sitio por medio de transporte público, es posible tomar autobuses que parten de Pátzcuaro y que trasladan hasta el poblado de Tzintzuntzan.
Otro pueblo mágico con historia ancestral: San Pablo Villa de Mitla.
*Imagen de: Wikimedia Commons