Corredor de Arte Buena Vista: obra pública con impacto social

Una de las mejores maneras de afianzar lazos en una comunidad y de honrar nuestras raíces es a través del arte: el Corredor de Arte Buena Vista lo constata.

 

Rescatar colonias sumidas en la delincuencia o en el abandono no es tarea fácil. Formar lazos comunitarios y lograr que la gente se involucre para transformar su espacio requiere mucho trabajo y compromiso. Sin embargo, los miembros de Liberalia Colectivo Itinerante lo lograron en su barrio, Buena Vista. Los fundadores son una familia que se decidieron a actuar y cambiar la realidad en que vivían. El resultado fue el Corredor de Arte Buena Vista, un conjunto de murales que tienen como objetivo recuperar espacios y estrechar lazos.

corredor-de-arte-buena-vista

Fotografía de: Michelle Marie Wallace

Claudia Barajas, Deyanira Garduño, Julio César Barajas y Juana Garduño se criaron en Buena Vista, en Eje Mosqueta. Querían contribuir a la comunidad “trayendo arte y cultura aquí, a este barrio”, porque sabían que había mucha violencia y conflicto en él. La iniciativa comenzó realizando exposiciones pequeñas y trabajando con artistas de manera individual, pero el proyecto evolucionó cuando Deyanira tuvo la idea de los murales.

El colectivo sabía que necesitaba el apoyo de la comunidad para llevar a cabo tamaña tarea. Para lograrlo, presidieron varias reuniones vecinales para presentar su proyecto y para demostrarle a la gente lo que lograrían. No fue fácil: al principio había mucho escepticismo, ya que se creía que los murales no cambiarían tanto las paredes rayadas con grafiti. Sin embargo, el colectivo los convenció de hacer un mural piloto, y seguir a partir de ahí.

corredor-de-arte-buena-vista

Fotografía de: Marlene Vizuet

corredor-de-arte-buena-vista

Fotografía de: Marlene Vizuet

El lugar de experimentación fue el propio edificio de la familia: sobra decir que fue un éxito. Los vecinos quedaron tan encantados que decidieron que todos aportarían para ampliar el proyecto. Los siguientes pasos fueron acercarse al gobierno de la delegación y a los artistas. La alcaldía accedió a financiar el coste de los materiales y Liberalia hizo un llamado a los artistas que quisieran participar. Seleccionaron solo artistas mexicanos, para reflejar la vasta cultura del país, e intervinieron cada edificio después de consultar a sus ocupantes, para que las decisiones tomadas fueran conjuntas y todas las partes estuvieran satisfechas.

De esta manera, los edificios de la colonia se fueron llenando poco a poco de colores, flores y rostros y se convirtieron en el Corredor de Arte Buena Vista. Hoy en día, las calles intervenidas forman parte del recorrido del Turibús. Además, los vecinos del barrio están encantados con los resultados. Muchos de ellos afirman que el cambio producido por los murales es más que palpable.

corredor-de-arte-buena-vista

Fotografía de: Michelle Marie Wallace

Con sonrisas en la cara, dicen que las calles ahora son más luminosas, más bonitas y que la gente está más contenta. La ciudadanía ha ido recuperando los espacios, y los lazos comunitarios se sienten más fuertes. Dicen que la gente sale más, que platica más con sus vecinos, y que los niños juegan de nuevo en los parques. Hay menos grafiti, las calles están más limpias y el crimen ha disminuido.

El impacto del arte y del compromiso y amor de una familia cambiaron el barrio de Buena Vista para siempre. En palabras del colectivo: “queremos levantar a nuestros barrios y decirle al mundo que la gente que vive aquí son personas que quieren vivir bien: que tenemos historia y cultura y que no somos barrios llenos de delincuencia. Al recuperar nuestros espacios públicos con arte somos capaces de cambiar nuestro entorno”. El Corredor de Arte Buena Vista es una demostración maravillosa de lo que pueden lograr el ingenio, la compasión y la esperanza humanas.

Fotografías de @luluurdapilleta

Te recomendamos: las lecturas sugeridas por Anagrama para recibir la primavera.

*Imagen destacada de: Marlene Vizuet