Lenguas yutoaztecas, un recorrido de El Salvador hasta Estados Unidos

La historia de las lenguas de los Pueblos Indígenas es sumamente complicada.

 

Le denominaron yutoazteca a la familia lingüística con afinidades fonológicas, léxicas y estructurales, que existían entre los aztecas de México y los ute de Utah, Estados Unidos, que a pesar de ser hablantes apartados tenían muchos rasgos en común, según los lingüistas del siglo XIX.

Pero tal vez, el proceso evolutivo y genético de estas igualdades se remonta a cinco mil años a partir del protoyutoazteca, la cual en principio se habló en la región central de Estados Unidos. Como sea, una de las lenguas más estudiadas y conocidas: el náhuatl, recorrió de El Salvador, en Centroamérica hasta los Estados Unidos y poco sabemos cómo fue posible todo esto.

 

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En 2019 el investigador Leopoldo Valiñas Coalla de la UNAM, ofreció una conferencia para abordar aspectos de la historia y diversidad de la longeva familia lingüística. Explicó que a través del tiempo ha habido una lucha para ver cómo se nombran las lenguas y los grupos, pero muchas denominaciones de lo autóctono no se conocen ni hablan similar, mientras que otras lenguas emparentadas suelen ser vecinas ya que la cercanía lingüística es proporcional a la geográfica.

En mapas de Norteamérica, el lingüista señaló los tres grandes bloques de lenguas de la familia yutoazteca: las del norte, ubicadas en EU; las del sur, un continuo por la Sierra Madre Occidental; y las nahuatlanas, en el centro y sur de México hasta El Salvador.

 

Wikipedia 

 

 

La familia yutoazteca se ha trabajado desde principios del siglo XX por los grandes antropólogos y lingüistas cuando estaban muy al norte, en la Gran Cuenca (Great Basin), donde formaban un grupo que a la larga se desplaza al occidente, hacia California y Oregón (2700 a.C.), pero debido a una gran sequía hubo migraciones al sur, hacia la Sierra Madre Occidental, en el actual territorio mexicano.

Valiñas llevó a cabo un estudio léxico para saber si se podía hablar de dos grandes grupos yutoaztecas; es decir, si el gran grupo primigenio se dividió en dos subgrupos. Y, si al menos la evidencia léxica y luego fonológica permitieron, en una primera clasificación, hablar de los norteños (EU) y sureños (México).

 

Aristegui Noticias

 

Hoy en día existen más de 40 idiomas yutoaztecas cercanos entre sí en distintos grados. Los del norte se encuentran en Estado Unidos, clasificados en cuatro subfamilias: hopi, al noreste de Arizona, de la cual no hay otras lenguas que se le parezcan dentro de la subfamilia; otro grupo es el tübatulabal, ubicado a lo largo del río Kern, en Alta California.

Del lado californiano aparece la subfamilia de lenguas tákicas, cuyos hablantes viven al sur de la Alta California, en las cercanías de algunas misiones; otra subfamilia es la de las númicas, que agrupa las hablas shoshone, paiute del norte y del sur, y la comanche, ubicadas desde Oregón y la Alta California hasta el sur de Idaho, Wyoming, Oklahoma y Texas.

 

Pueblos indígenas 

 

Las lenguas de la familia yutoazteca sureñas están distribuidas en un gran continuo por la Sierra Madre Occidental mexicana, entre ellas las de los pueblos cahítas: yaqui, asentada en las riberas del río del mismo nombre, en Sonora; y mayo (Sonora y Sinaloa).

De los tarahumaranas: tarahumara, en Chihuahua; y guarijío, del que hay dos variantes, el del alto río Mayo, en Sonora, y los de la sierra, en Chihuahua, pero los guarijíos que habitan la región del río Mayo identifican a los de la sierra como tarahumaras. Además de las lenguas opatanas, ya muertas, como el ópata y el audeve, en Sonora.

 

Wikiwand 

 

El tepehuano es un idioma con bastante vitalidad, su población ronda las 30 mil personas. En tanto, hay dos variantes del tarahumara en peligro de extinción y el resto goza de vitalidad. La lengua guarijío está en una situación buena, lo mismo que la yaqui, pero no así la mayo que también está considerada en peligro.

Otra subfamilia yutoazteca agrupa las lenguas corachol: cora y huichol, ubicadas en la sierra de Nayarit y lugares cercanos a Jalisco y Durango. La lengua tubar (Sonora) se dejó de hablar a principios del siglo XX, formaba un grupo aparte, aunque algunos investigadores la han emparentado con las tepimanas o cahítas; el joba (Sonora) fue considerado opatana, pero a partir del análisis lingüístico de un Padre Nuestro en este idioma, Valiñas Coalla advierte que era del subgrupo sonorense, porque es una lengua muerta.

 

El Nuevo Diario

 

Los yutoaztecas más sureños, ubicados desde el sur de Durango hasta Centroamérica; en El Salvador, donde están los hablantes de la lengua pipil, está considerada en riesgo. Se dice que llegaron en dos oleadas migratorias: la primera, oriental, que abarcó Teotihuacan y la Huasteca, el norte y sur de Puebla, el centro de Guerrero, el sur de Veracruz y el Istmo, la cual dio origen a los pipiles de El Salvador; la segunda, occidental, por los pueblos nahuas que dieron origen a los mexicas.

Para este estudio, los nahuas están agrupados en cuatro dialectos: náhuatl de la periferia occidental, de la periferia oriental, de la Huasteca y del Centro, con diversas variantes en cada región. Hay variantes de esta lengua que gozan de vitalidad y otras en peligro: el del norte de Puebla, el de Tabasco, el de Tetela del Volcán, en Morelos, y el alto y bajo Occidente.

 

Foto destacada: INAH