Catemaco: tierra de hechiceros, brujas, curanderos y chamanes

La brujería de Catemaco es un negocio de turismo negro que también está llenos de supersticiones.

 

Catemaco es un poblado a un costado de un lago precioso, con quien comparte el nombre. Se ubica al este de México y es bien reconocido a nivel mundial por ser un centro ceremonial dedicado a la magia y a la brujería en distintas variedades, y con muchas connotaciones y mitos.

También se le conoce porque todos los años, el primer viernes de marzo, la ciudad celebra su festival anual de brujería y atrae a cerca de 5,000 visitantes de todo el mundo.

 

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Desde 1970 el turismo en Catemaco se disparó debido a la fama de Gonzalo Aguirre, un renombrado brujo que vivió y practicó en la región. Durante su vida, Aguirre realizó rituales para políticos, actores y líderes empresariales. También organizó una convención de brujería que reunió a los mejores chamanes del país para una misa negra.

Las 13 brujas más importantes de Catemaco, conocidas como los “Hermanos”, gozan de un respeto considerable en el pueblo. A lo largo de los años, el dinero que fluye del turismo sin duda ha impactado en la cultura de la brujería en la región.

 

Cuartoscuro

 

Participar en un ritual mágico puede ser una experiencia fascinante y única, también un ambiente que se presta a la charlatanería. Como sea, en Catemaco existe el consenso de que las brujas más auténticas son aquellas que ofrecen sus servicios a cambio de donaciones voluntarias, en lugar de costosas tarifas fijas.

Aunque es posible ver curanderos teatrales que encienden hogueras y realizan sacrificios de animales, hay muchas brujas con operaciones restringidas. Algunos visten camisas blancas y tienen oficinas que se asemejan a clínicas hospitalarias, con áreas de espera y mesas de examen.

 

Cuartoscuro

 

Lo que más se hace en Catemaco son las limpias espirituales, una práctica de raíces prehispánicas que a menudo incorpora oraciones a los santos católicos. La ceremonia suele incluir un huevo de gallina, unas ramitas de romero y perfume. Para limpiar a una persona, una bruja le cepilla la cabeza, las piernas y el torso con las plantas mientras murmura una oración.

Asimismo, Catemaco es la mejor ciudad para explorar la asombrosa Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, un refugio de vida silvestre que contiene martines pescadores, loros, iguanas, cocodrilos, osos hormigueros y puercoespines. Un paseo en barco es la mejor manera de acercarse a los principales lugares naturales.

 

Felix Marco / Cuartoscuro

 

En Los Tuxtlas habitan todo tipo de criaturas mágicas, al menos esa es la creencia. Circulan rumores sobre naguales, poderosas brujas que se transforman en jaguares o pumas y merodear por el bosque por la noche. Algunos dicen haber visto chaneques, pequeños duendes que viven en el bosque y que protegen el bosque y ahuyentan a los intrusos.

La magia blanca se practica en la región de Los Tuxtlas, una mezcla de brebajes de hierbas ancestrales, medicina moderna y un crisol de rituales mágicos reunidos en diferentes partes del mundo, añejados en una mezcla de los Pasado hispano con un toque de catolicismo.

 

 

En Catemaco el escepticismo y la racionalidad no van bien de la mano. Aquí se respira un aire espesó y la atmósfera te pone en alerta.

Si quieres viajar a Catemaco, debes tener un espíritu salvaje y saber que la magia blanca y negra se alimenta de tus propias creencias en un universo despojado de razón.

 

 

Foto destacada. El Universal.